Coronavirus en Asturias | El colegio gijonés Evaristo Valle suma un nuevo caso

Miriam Cuevas lamenta que su hijo, con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y alumno de 6º de Primaria, tenga que estar aislado por ser contacto estrecho de la tercera monitora que ha dado positivo. A la espera de que le realicen la PCR, critica la «falta de información» por parte de la empresa adjudicataria del servicio de comedor. Es esta la encargada de valorar la situación del resto de monitoras, a quienes no hará pruebas PCR al no considerarlas contacto estrecho. «Nadie se puso en contacto con la familia para decirnos que no había servicio de comedor. Cuando llegué a buscarlo, me encontré con el niño solo con una monitora que le había dado de comer y con la que había hecho los deberes», relata la madre de este menor que tiene concedida una beca de comedor y que había comenzado ese día el curso escolar.

La familia ha manifestado su preocupación al pertecener el padre y una de las hermanas a grupos de riesgo, con una enfermedad pulmonar y problemas cardíacos, respectivamente. A este hecho habría que añadir que un tío del niño se encontraba desde el viernes en el domicilio debibo a un permiso penitenciario, tras haber obtenido el tercer grado recientemente. El penado, que el fin de semana ha estado con el pequeño y que debería haber reingresado ayer en el CIS, permanece en el domicilio siguiendo las indicaciones recibidas desde la prisión. «Tenemos miedo a que le acusen por incumpliento de condena», concluye Cuevas.