Cogersa reforzará 'la plantona' con un depósito de agua hecho en 2016 que nunca llegó a usar

Una vez iniciado el conato, «se convirtió con una rapidez asombrosa en un fuego completamente desarrollado». «El desconocimiento del material que se maneja añade un riesgo a la actividad debido al margen de incertidumbre», asume el informe.

Para evitar más accidentes aconseja «realizar un primer triaje previo en otra zona, a la intemperie, y que permita localizar elementos peligrosos, y que en el caso de no detectarlos y que se produzca un incendio no se propague a edificios y sectores colindantes». En ocasiones el ciudadano arroja, consciente o no, elementos inflamables donde no debe, como baterías de móvil o líquidos tóxicos. Al contacto con la maquinaria de una planta de procesamiento puede desencadenarse la combustión.

Las especificaciones para la protección de incendios en centros de tratamiento de residuos que este año editó la Asociación de investigación para la seguridad de bienes y vidas (Cepreven) aconseja que antes de someterse al proceso mecánico puro, los desperdicios sean revisados y cribados en espacios aislados.

El informe de Política Industrial insta también a sectorizar o aislar mejor los espacios de la 'plantona', incorporar rociadores de agua, ubicar los extintores «en puntos a los que se pueda acceder en caso de incendio» y valorar la sustitución de la tubería de aspiración «por otros materiales menos combustibles», señala.

También aconseja «poner en servicio el sistema de abastecimiento de agua contra incendios utilizando el depósito construido, que actualmente está fuera de uso». EL COMERCIO preguntó por este tema a la consejera de Transición Ecológica y presidenta de Cogersa, Nieves Roqueñí: «Cuando pregunto lo que me dice la gerente es que en 2016, cuando se hicieron las obras de urbanización de la parcela donde luego se levantó la planta, también se hicieron infraestructuras de servicios generales, entre otras, de abastecimiento potable, agua contra incendios, y saneamiento de aguas grises».

«Construye un depósito de abastecimiento a mayores de la conexión interna de agua de Cogersa», destaca. «Es ese el depósito que se hace en 2016, cuando no hay ni proyecto de la planta de basura bruta». Después, Cogersa adjudica el contrato de redacción de proyecto, obra y puesta a punto de esa 'plantona'; Valtalia, el adjudicatario, «diseña un complejo en base a la presión de la red de abastecimiento que en ese momento había y construye un nuevo depósito con capacidad suficiente para todos los sistemas contra incendio, de manera que el depósito hecho en 2016 no se llega a poner en uso».

Si ahora el informe de Política Industrial insta a aprovecharlo es «porque en la mejora que se va a hacer de la planta se incluyen rociadores nuevos, y entonces, para garantizar que tienen suficiente agua se conectará la instalación a ese depósito», dijo. Es decir, se aprovechará ahora porque el consumo de los sistemas contra el fuego crece.

¿Fue Valtalia quien decidió que la 'plantona' se quedara sin el refuerzo del depósito de 2016? «Sí, porque hicieron ese otro depósito nuevo», respondió. El proyecto original fue supervisado y validado por personal de Cogersa y –subrayó Roqueñí– «era conforme a la normativa absolutamente. De hecho el propio servicio de Industria lo había validado».