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E. C.
GIJÓN.
Sábado, 27 de junio 2020, 01:26
Su madre la abandonó al entrar en periodo de celo y desde entonces la osezna 'Clarita' deambulaba sin rumbo, intentando salir adelante sin que su progenitora le hubiera transmitido las claves para sobrevivir. Tan perdida estaba que en su afán por hacerse con algo de comer, empezó a acercarse a núcleos poblados, pero de humanos. Y los vecinos, que la vieron, empatizaron con el pequeño ejemplar que se aparecía ante sus ojos.
Su aspecto y su situación habían llegado incluso a preocupar a los vecinos de la zona de Pola de Somiedo, que la veían buscar comida sin demasiado éxito hace apenas diez días. Sin embargo, en este periodo de tiempo, algo parece haber cambiado.
'Clarita' ha vuelto a dejarse ver. Y lo ha hecho con un cambio de imagen que ha rebajado la preocupación vecinal sobre las garantías de supervivencia de este animal. Ya no está tan delgada, prueba de que ha aprendido la manera de hacerse con alimentos. Es más, aparte de haber cogido unos kilos, también ha crecido. Así, se abre un camino de esperanza para que 'Clarita' consiga salir de esta por sus propios medios, con los vecinos de la zona, eso sí, muy pendientes.
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