Cinco pueblos asturianos, entre los 100 más bonitos de España

Cudillero

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De esta localidad costera, National Geographic destaca su especialidad gastronómica, el curadillo, un escualo que se cura sin sal al viento del Cantábrico y que se guisa con patatas o con fabes. Una «para imprescindible» que apuntan es la iglesia del casco histórico. Un lugar ideal para los visitantes que, entre subidas y bajadas, siguen su recorrido por la capilla del Humilladero, la Lonja o la Fuente del Canto, sin pasar por alto los miradores de El Pico, Cimadevilla, la Atalaya, el Faro y la Garita. Al subir a este último, las vistas se extienden por el faro, el puerto y la villa.

Bandujo (Proaza)

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De este pueblo del concejo de Proaza, situado en el Valle del Oso, subrayan «la imponente visión de las cumbres de escarpadas montañas como el pico Gorrión». Destacan sus tradicionales hórreos y paneras, casas de madera deshabitadas que luchan contra el olvido, el antiguo lavadero y otras viviendas de piedra cuyas señas de vida en invierno emergen en forma de humo por las chimeneas.

Lastres (Colunga)

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Del pueblo pesquero, la revista menciona el mirador de San Roque, el espigón de 55 metros o los restos del fortín de El Castillo. También cita su casco antiguo, la torre del reloj y aconseja «detenerse en alguna de sus sidrerías y degustar un rico plato de pescado fresco».

Taramundi

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«Tan pequeña como cautivadora, la localidad asturiana de Taramundi, limítrofe con Galicia, vive inmersa desde tiempos inmemoriales en el reino del agua, entre ríos, arroyos y cascadas». Así se refieren a la localidad, destacando además que se encuentra a cindo minutos del Conjunto Etnográfico de Os Teixois.

Tazones (Villaviciosa)

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Otro de los habituales en esta selección es Tazones (Villaviciosa). Un pueblo «colorista y prácticamente simétrico que cae suavemente al mar dibujando una red de callejuelas», matiza National Geographic.