E. G. / A. S. / M. Á. A.
AVILÉS / MADRID.
Jueves, 10 de diciembre 2020, 02:17
La crisis migratoria no entiende de pandemias ni de cierres perimetrales. La llegada a las islas Canarias, en lo que va de año, de 20.000 personas en pateras y cayucos ha sobrepasado a la Administración. Hay cerca de 5.000 migrantes acogidos en ... hoteles y apartamentos mientras al norte de Tenerife se construyen a contrarreloj varios campamentos de refugiados. La Península es la salida natural para desbloquear el tapón canario, pero Interior, que hace ya semanas anunció que apostaría por la deportación a terceros países «para no fomentar el efecto llamada», mantiene que no se están produciendo traslados. Sin embargo, Canarias no sería el búnker que se quiere hacer ver. La versión oficial no casa con lo vivido en los últimos días en Granada, Valencia, Alicante, Zaragoza, Barcelona, Málaga o Sevilla. En todos estos lugares, según el sindicato SUP de la Policía Nacional, han llegado vuelos comerciales que trasladan a migrantes en situación irregular desde Canarias «sin protocolos ni control», indican dichas fuentes.
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Asturias, según ha podido saber EL COMERCIO, tampoco es ajena a esta realidad, negada por las fuentes oficiales. Pese a mantenerse en vigor el cierre perimetral de la región. al menos cinco hombres, presuntamente de origen senegalés, que habían estado en el campamento de Arguineguin llegaron al aeropuerto de Santiago del Monte la semana pasada. El jueves fueron tres, a bordo de un vuelo comercial de Vueling que aterrizó a las 11.30 horas procedente de Las Palmas de Gran Canaria. El viernes llegaron otros dos en otro vuelo de la misma compañía desde Tenerife Norte.
Al desembarcar, igual que ocurrió en Granada u otras comunidades, no les esperaba ningún dispositivo especial de acogida, lo que, sin duda, habría levantado sospechas entre los trabajadores del aeropuerto. Apenas contaban con el billete de avión y algo de dinero en efectivo. Al venir de Canarias, en el mismo aeropuerto debían pasar por el puesto de control fiscal de la Guardia Civil, donde se detectó que estaban indocumentados, por lo que fueron puestos a disposición de la comisaría de Avilés y dejados en manos de Extranjería.
Según pudo saber este periódico, tras la llegada de estos cinco primeros inmigrantes se habría llegado a dar la orden de, en adelante, dejarlos entrar en la comunidad sin requerir más trámites. Una orden que habría sido revertida ayer.
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Migraciones, a través de la Delegación del Gobierno en Asturias, ni confirma ni desmiente los traslados. «Si se han producido ha sido en el pleno y normal ejercicio del sistema de acogida, donde se producen entradas, salidas o reubicaciones con absoluta tranquilidad y, en tiempos de covid, siguiendo todas las normas». Respuesta similar a la que dio ayer en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero. «No nos consta ninguna actuación en este sentido», dijo, en referencia a las reubicaciones extraoficiales, e insistió en que los traslados oficiales se siguen realizando «de forma puntual» y «priorizando a aquellos que tienen protección en su perfil internacional» o de colectivos vulnerables.
Sin embargo, no hay pruebas de que haya quien se ocupe de su situación en Asturias. De hecho, la red de acogida del Principado tampoco tiene constancia de la llegada de estos inmigrantes, que podrían haberse dispersado por sus propios medios y cuya ubicación actual se desconoce. Las organizaciones que habitualmente gestionan los casos de reubicaciones, Accem y Cruz Roja, no han recibido ninguna derivación. Lo que sí parece claro es que entre esos cinco inmigrantes no había ningún menor, puesto que de darse esa situación habría intervenido la Consejería de Derechos Sociales.
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¿Por qué elegir Asturias? Según fuentes policiales y conocedoras de este tipo de situaciones, es habitual que las familias reúnan el dinero para el pasaje y que antes de iniciar su viaje envíen por adelantado su documentación al lugar de destino, donde suelen contar con cierto 'colchón' de apoyo (amistades o familiares). A su llegada a Canarias, citan como país de origen uno con el que España no tenga convenio de extradición -hasta que se acordó en noviembre, Senegal era uno de ellos- y, al parecer, les justifican su salida de las islas. Una fuente anónima confirma que recibió una petición de ayuda de este tipo, pero que al carecer de medios está gestionando la llegada a Asturias de un inmigrante irregular con su familia.
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