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El cierre de uno de los quirófanos asignados a Cirugía Torácica está atascando la programación de operaciones en un servicio cuya principal actividad es la extirpación de tumores pulmonares. La decisión fue adoptada por la nueva gerencia que tomó las riendas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ... el pasado mes de diciembre, en un intento de reorganizar los recursos existentes ante la falta de anestesistas y enfermeras quirúrgicas, un problema al que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) no acaba de encontrar solución. El resultado: los pacientes esperan ahora por una cirugía torácica el doble de tiempo.
Las consecuencias de la reorganización llevada a cabo en el HUCA empiezan a trascender públicamente con pacientes que esperan hasta dos meses y medio para operarse de cáncer de pulmón y profesionales sanitarios cada vez más molestos «con la pésima gestión de los quirófanos», que, según ponen de manifiesto, afecta a distintos servicios. «Si hay escasez de personal, razón de más para ocupar los quirófanos del HUCA con las cirugías más urgentes y complejas, y no con patologías menores que bien podrían derivarse a otros centros», rebaten.
En el caso concreto de Cirugía Torácica, el HUCA es centro de referencia y por las manos de sus especialistas pasan casos de toda Asturias que suelen precisar intervención prioritaria. EL COMERCIO publicaba en su edición de ayer la situación de una paciente afectada por la merma operativa que ha experimentado el servicio. Con un diagnóstico confirmado de cáncer de pulmón, en el hospital asturiano le comunicaron que la lista de espera para operarse es de dos meses y medio. Fuentes hospitalarias revelan que «no es el único. Hubo un enfermo oncológico de cuarenta y pico años, al que detectaron en una revisión un cáncer pulmonar, que tuvo que esperar ocho semanas para operarse. Es una barbaridad».
El equipo de Cirugía Torácica disponía de tres quirófanos hasta el cambio de gerencia y sus especialistas trabajaban una tarde extra a la semana para ir dando salida a las operaciones pendientes. El servicio llegó a programar operaciones en el acto, que se realizaban en un plazo máximo de dos semanas. Según los últimos datos que ha publicado el Sespa, correspondientes a junio, la especialidad tiene en lista de espera a 56 pacientes, con una demora media de 42 días, aunque las personas intervenidas durante el mes tardaron finalmente 88 días en poder pasar por el quirófano.
Hace justo un año, en junio de 2023, había 25 pacientes a la espera de una cirugía torácica, con una demora media de 11 días. Y en diciembre, las personas pendientes de una intervención quirúrgica en este servicio eran 36 y el tiempo de atención reseñado por el Sespa, 22 días. Los diagnósticos oncológicos entran en un circuito preferente y así sigue siendo, en esta especialidad y en las demás. Pero si hay quirófanos que no pueden estar operativos por falta de personal, explican fuentes médicas consultadas por este periódico, acaban resintiéndose incluso los pacientes prioritarios.
Desde la Consejería de Salud se garantiza, no obstante, que «la programación quirúrgica y los plazos se están agilizando al máximo para los pacientes oncológicos», aun cuando en los meses de verano «hay menos quirófanos en servicio para respetar el necesario descanso del personal sanitario». Las intervenciones se fijan «por riguroso orden de prioridad y esa prioridad la establecen los propios facultativos en función de cada caso particular».
En torno al 80% de los pacientes que necesitan someterse a una cirugía torácica han sido diagnosticados de cáncer de pulmón. Los neumólogos consiguen diagnósticos cada vez más precoces, de modo que ahora los cirujanos pueden actuar cuando el tumor es muy incipiente, lo que permite resultados óptimos. Enfermos que se encuentran en esta situación comparten con EL COMERCIO que «no sólo convivimos con la angustia de que el tumor avance, sino que las pruebas que nos hacen –como punciones pulmonares, PET o broncoscopias– pueden llegar a caducar y, entonces, tendrían que repetirlas».
No sólo Cirugía Torácica se encuentra en una situación complicada. De hecho, jefes de otros servicios han trasladado a la gerencia del HUCA su malestar por la falta de quirófanos disponibles. Sin embargo, a raíz de los últimos datos publicados sobre listas de espera, el Sespa sostiene que la actividad quirúrgica en el buque insignia de la sanidad pública asturiana se incrementó un 6,3% durante el primer semestre del año. Se realizaron, en concreto, 10.713 intervenciones programadas.
Es más, el Servicio de Salud del Principado destacó en su momento que la lista de espera en el HUCA se había reducido en 359 pacientes y que el tiempo medio de demora había pasado de 109 a 90 días. No sólo eso. También informó de que ocho servicios habían puesto fin a las demoras de más de seis meses, entre ellos, los cinco en los que el hospital es centro de referencia, como es el caso de Cirugía Torácica, Cardíaca, Pediátrica, Plástica y Neurocirugía.
Los profesionales sanitarios del hospital asturiano ponen en contexto estas cifras: «Se está operando mucha patología que abulta en número, pero el HUCA no debería estar para operar juanetes y cataratas. Lo que les importa es que se vea que hay mucha actividad quirúrgica. Pero, luego, tienen esperando a pacientes delicados».
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