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S. GONZÁLEZ
Lunes, 4 de marzo 2019, 03:32
Un accidente sin heridos y con tan solo daños materiales se convirtió ayer por la mañana en una historia rocambolesca que tuvo a la Guardia Civil durante dos horas en alerta para dar con el conductor que lo había provocado.
Eran casi ... las diez de la mañana cuando se alertó a la Guardia Civil de Tráfico de un accidente en la autovía A-8, en sentido Oviedo, en el término municipal de Carreño. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos vieron que solo había un turismo implicado, pero en su interior no se encontraba nadie. De hecho tampoco había ninguna persona por los alrededores. El conductor se había dado a la fuga.
Minutos antes había perdido el control del coche, saliéndose de la vía y chocando contra la mediana. El fuerte golpe causó destrozos en el turismo, que quedó parado en medio de los dos carriles de circulación. Por suerte, no se vio afectado ningún vehículo más, y únicamente hubo que lamentar daños materiales.
Tras el siniestro, el conductor se bajó del coche y se marchó del lugar. Lo hizo a pie y por el monte, ya que la zona en la que se produjo el accidente está rodeada de zonas verdes boscosas. Los agentes de la Guardia Civil emprendieron su búsqueda, pero no dieron con el sujeto hasta dos horas después, cuando quedaban tres minutos para el mediodía. Se encontraba en Tabaza, a escasos metros del lugar donde había tenido el accidente y presentaba síntomas de embriaguez.
Fue detenido y está acusado de un delito contra la seguridad vial por conducción bajo los efectos del alcohol.
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