«Cerca del 90% de los fuegos son intencionados», aseguran los alcaldes más afectados

Piden concienciación, pero también limpieza y quemas controladas para acabar con esta lacra «que pone en riesgo vidas humanas»

A. FUENTE / A. LANZA / L. FIDALGO

OVIEDO.

Martes, 4 de enero 2022, 04:01

Hay una mezcla de indignación y reivindicación en cómo asumen esa nueva ola de incendios los alcaldes de los municipios más afectados. Es el caso de Marcelino Martínez, alcalde de Sobrescobio, que sospecha, como el resto, que muchos de los fuegos han sido intencionados, algo que ya censuró duramente el presidente, Adrián Barbón. «Si no fueran intencionados sería mucha casualidad», admite Martínez. «Calculo que en cerca del 90% está detrás la mano del hombre. Es una lacra y una grave irresponsabilidad», añade. El primer edil pone sobre la mesa otro debate: los medios disponibles. En el caso de Sobrescobio, «tenemos cerca el parque de Bomberos de Coballes. Contamos con medios suficientes en la región, pero cuando arde Asturias entera es muy complicado dar una respuesta y que ésta sea inmediata. Los medios se quedan escasos en situaciones así».

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En la misma línea se expresa Gema Álvarez, alcaldesa de Lena, otro de los concejos afectados. Considera que si bien se ha «mejorado e invertido mucho en medios de extinción», opina como su compañero que, cuando se dan situaciones como la de estos días, con tanto fuego simultáneo, esos medios «no son efectivos». «Desde este Ayuntamiento entendemos que la solución pasa por las políticas preventivas, de concienciación y de gestión del territorio, que permitan además el aprovechamiento de los montes de modo sostenible y rentable. Los usos tradiciones deben ser posibles y viables. Hay que conseguir que veamos el monte como lo que es, algo nuestro que nos da beneficio y que debemos cuidar para que perdure».

Pinos comunales

De cómo prevenir habla también el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, que esta misma ayer visitaba la zona de Buscabreiro, una de las afectadas, así como Buspol. «Parece ser que está bastante controlado» dice. El fuego ha afectado a monte bajo, sierra y a unos pinos comunales. «Esta situación es complicada y nos preocupa. Los pueblos se quedan vacíos, y es imposible controlar esta situación. Con una sola chispa se incendia el concejo entero». Pese a todo, el consistorio trata de luchar contra ello e invierte unos 50.000 euros anuales en pistas y cortafuegos.

Mientras, en Tineo se han declarado dos fuegos, al sur del concejo y en la zona del Cerezal. «La mayoría suelen ser provocados, para generar pastos de cara a la primavera», explica también su alcalde, José Ramón Feito. «Quizá debería regularse mejor el tema de las quemas controladas, los ganaderos se suelen quejar de eso. No se deben conceder muchas autorizaciones y algunas personas encienden por su cuenta y pueden llegar a provocar muchos daños», lamenta. Los fuegos en esta zona solo han afectado a monte bajo.

Matorrales

Parecida situación en Somiedo, donde los dos incendios, en el Valle de Pigüeña (cerca del pueblo de Robledo) y en el Valle del Lago, han quemado básicamente matorrales. Su alcalde, Belarmino Fernández, lamenta la situación general y confía en que los incendios queden pronto controlados. Sin riesgo para la población también ha vivido la situación Cangas del Narcea. José Víctor Rodríguez, su alcalde, confirma que «solo ha afectado a monte, y a muy pequeña escala».

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El alcalde de Ribadesella lamenta la intencionalidad que existe detrás de estos incendios. «Están acabando con la naturaleza y con el paraíso en el que vivimos, y si esto sigue así, al final acabará también con las personas», advirtió Ramón Canal.

«Pirómanos por naturaleza»

El piloñés Ivan Allende, condena duramente la autoría de estos incendios. «Hay gente que es pirómana por naturaleza, solo disfruta viendo arder. Podemos pedir todo lo que queramos a las administraciones o a quien sea, pero no hay excusa ni justificación para acabar con los montes de Asturias», resuelve. Argumenta también que, además de las consecuencias medio ambientales, «se pone en peligro la vida de los bomberos, de los agentes de protección civil, de la guardería forestal y de los voluntarios que se ofrecen a ayudar». De ahí que insista en pedir «conciencia, consideración y empatía».

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Allende reconoce que no está al corriente de las investigaciones que se puedan haber abierto a raíz de esta última ola de incendios, pero «es evidente que la gran mayoría son intencionados». «Tenemos que condenarlo porque tenemos vidas humanas en juego», reitera, si bien no niega que existe otro debate abierto de forma paralela sobre la necesidad de permitir quemas controladas y garantizar la limpieza de los montes.

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