Los centros de la tercera edad restringen las salidas a sus usuarios a determinadas horas

Aunque no todos los casos precisan del mismo nivel de cuidado y atenciones. «A algunos residentes les tenemos que restringir las salidas a las horas en las que el calor es más fuerte. Sobre todo a los que tienen enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, renales o diabetes, y a los que están medicados, ya que para ellos el exceso de calor podría ser fatal», explica la directora del centro, Victoria Fátima Iglesias. «No podemos salir a ciertas horas, solo cuando está fresco», cuenta María Luisa Prieto, mierense de 90 años.

Para atajar los posibles problemas que pueda traer consigo la exposición a altas temperaturas, desde los más leves como calambres musculares o agotamiento a los más peligrosos como los golpes de calor, los profesionales se centran principalmente en la prevención. «Nos anticipamos a la sed promoviendo una hidratación constante (aunque el usuario no tenga sed) y una dieta adecuada», añade Encarnacion Espada, auxiliar de enfermería.

«Yo duermo toda la noche con la ventana de la habitación abierta y no tengo ningún problema», apunta el maliayo Manuel Cordera, que con sus 93 años es uno de los más longevos del centro.