Proyecto Hombre prevé abrir sede en Gijón para menores drogodependientes

Ayer se presentó el informe de evaluación del programa, elaborado por el Grupo de Investigación en Conductas Adictivas de la Universidad de Oviedo, que corroboró ese problema. Y basta con ver los datos. El año pasado fueron usuarios de Reciella 110 menores y jóvenes, diez más que el ejercicio anterior, de los que 93 fueron hombres y 17, mujeres. Las familias atendidas se mantuvieron en el entorno de las 140. 62 de los menores procedían de Gijón y 53 de Oviedo. Cifras que aluden a la necesidad de que se creen nuevas sedes.

Y así lo indicó Luis Manuel Flórez 'Floro', responsable de Proyecto Hombre, que aboga por abrir uno en Gijón. «Los usuarios nos piden mejorar la accesibilidad. No plantean ningún otro problema. Es necesario que estos centros de Proyecto Hombre se acerquen a los municipios. Es una llamada al gestor político para que lo tengan en cuenta y pueda ser una realidad con el esfuerzo de todos». 'Floro' apunta que entre menores, jóvenes y familias acuden a las instalaciones de Oviedo «en torno a un centenar de personas de Gijón. Para muchos es difícil económicamente y es algo que más alto no se puede decir».

En su opinión, «hay que sentarse, estudiar las necesidades y ver cómo se puede afrontar este asunto. Trabajamos para que en un futuro podamos abrir Reciella en Gijón y en otros municipios, porque es una necesidad».

Los responsables del proyecto recuerdan, además, que trabajan con un perfil de usuario que es el de un chico, de entre 15 y 19 años, con un consumo diario de cannabis y un gasto medio de 38 euros mensuales en alcohol y 134 en drogas. El 90% de los atendidos consumían tanto alcohol como cannabis y el 14% de ellos había recibido algún tipo de tratamiento previo. Otros rasgos de los usuarios son que el 50% presentaba algún tipo de conflictividad familiar, el 61,7% tenía fracaso escolar y el 52,9%, problemas legales. La población de chicas es de solo el 14%, con un consumo puntual del cannabis y una prevalencia del uso de la cocaína. Llegan a Reciella con un perfil de gravedad de problemas ligeramente inferior a los chicos.