Las otras causas pendientes del supuesto inductor del crimen de Ardines

Antes de que se celebre la vista que marcará el resto de su vida, Nieva está inmerso en otras causas judiciales, que pueden influir en el desarrollo del 'caso de Llanes'. Ayer quedó visto para sentencia en Bilbao el juicio que se sigue contra él y su hijo mayor por una supuesta agresión cometida en mayo de 2018, tres meses antes del asesinato perpetrado en la localidad asturiana. La Fiscalía y la acusación particular piden para los acusados tres años de reclusión por los golpes que sufrieron Víctor G., el excuñado de Nieva, y Federico P. en un parking de la localidad vizcaína de Iurreta.

Según el relato del Ministerio Público, las víctimas estaban arreglando de madrugada unos pinchazos de unas ruedas cuando Nieva apareció de repente, armado con un palo. Golpeó dos veces a Federico: una en la cabeza y segunda en el brazo. Luego se enzarzó con Victor y ambos cayeron al suelo. Su hijo, que estaba esperándole en una furgoneta blanca, aceleró cuando los tres estaban forcejeando y llegó a herir a Víctor y Federico. Nieva -agregó la fiscal- necesitaba una persona lo «suficientemente aguerrida» para que le ayudase en la agresión y el joven accedió porque «por un padre» se pueden llegar a hacer ese tipo de cosas. «Estoy vivo de milagro», aseguró Víctor durante el juicio.

La defensa pidió la libre absolución de los acusados. Nieva insistió en que su cliente se encontraba en la cama con su mujer en el momento de producirse los hechos. Su hijo dijo que estaba con unos amigos en un rally en Cantabria. Katia confirmó su coartada. El abogado aseguró que el testimonio de las víctimas carece de «credibilidad». Destacó las supuestas «contradicciones» en las que incurrieron durante su declaración judicial y aludió a un informe forense que apunta que el excuñado del supuesto inductor del asesinato de Ardines sufre diversos problemas mentales. Entre ellos, habló de «delirios» y de «ideación del perjuicio».

En el fondo de este asunto subyace el abierto enfrentamiento que existe entre la familia de Nieva y Víctor, que fue pareja de la hermana de Katia, la esposa de Nieva. En los últimos años se cruzaron diversas denuncias por agresiones y amenazas. Víctor fue condenado por quebrantar una orden de alejamiento de la hermana de Katia, que ha tenido que ser escoltada como víctima de violencia de género.

En su informe final, la Fiscalía reconoció que en este caso hay dos versiones «muy distintas» de lo ocurrido. Pero lo que es «incontestable», mantuvo, es que hubo una agresión aquella noche. Y apoyó su petición de tres años de cárcel en el testimonio de un testigo de «gran credibilidad» que vio marcharse de allí una furgoneta blanca a gran velocidad.