Cátedra ArcelorMittal I+D

Puesto que los recursos se deben dedicar al desarrollo de actividades, la Cátedra tiene una estructura sencilla, con un Director, y una persona a tiempo parcial que se ocupa de las labores de gestión y tramitación. Desde el comienzo se marcó como objetivo lograr la transversalidad, consiguiendo alcanzar al mayor colectivo posible. Por ello, aunque la Cátedra está presente físicamente en la EPI de Gijón, EPM de Mieres y EIMEM de Oviedo, sus actividades se extienden a muchas otras Facultades y Escuelas.

Entre el amplio catálogo de acciones posibles que se contemplan en el convenio, las actividades de este primer periodo se centraron en la promoción de la investigación, búsqueda del talento y actividades divulgativas puntuales. Todo ello siempre considerando que la Cátedra no debía suplir ni disminuir los contratos de colaboración que ya se venían desarrollando sino, en todo caso, fomentarlos. Así, en el aspecto investigador, se creó el Aula ArcelorMittal en el Campus de Gijón, dotada de equipamiento telemático avanzado, puesto a disposición de los grupos de investigación de la Universidad y la Empresa con el fin de que puedan desarrollar sus reuniones de proyectos en consorcio, preparar propuestas, establecer contactos, etc.

En el aspecto divulgativo se realizan actividades puntuales que puedan resultar de especial interés tanto a nivel universitario como de la propia empresa. Así se ha colaborado u organizado charlas de Ken Morse, Philippe Samyn o Gregory Ludkovsky.

No obstante, el aspecto clave de este periodo es la promoción del talento y del interés de los alumnos por el sector. En este sentido, se han realizado actividades de promoción de los centros de investigación de Arcelor, incluyendo visitas a diversos centros y departamentos y abriendo cauces de colaboración con otras universidades, incluyendo País Vasco, Cantabria, Rioja, Pública de Navarra, León y Santiago de Compostela, así como con diversas universidades extranjeras.

El punto clave de este acercamiento de la empresa a la universidad es el programa de prácticas remuneradas en empresa que permitirá realizar en este periodo prácticas a 75 alumnos pertenecientes a 16 másteres y grados de la Universidad de Oviedo y otros 10 externos, procedentes de lugares tan dispares como Ucrania, Francia o Brasil. Fruto de ello, tras su estancia,11 alumnos han pasado a formar parte de la plantilla de la empresa o de sus empresas contratistas, lo que supone un triple beneficio: se ayuda a la inserción laboral de los alumnos, aumenta la empleabilidad de los egresados de la Universidad de Oviedo y la empresa logra captar ese capital humano que, de otro modo, podría no llegar siquiera a contactar.

No cabe duda que una cátedra de empresa es un punto de unión entre la empresa y un elemento clave de su entorno como es la Universidad, incluso en el caso de empresas con tan alto nivel de imbricación previo.

El hecho de que una empresa multinacional con centros de investigación y plantas en 30 países haya decidido crear una Cátedra de Empresa con la Universidad de Oviedo disponiendo únicamente de otra a nivel mundial, es buena muestra de esta relación y compromiso.

En el momento de su creación se detectó que el mecanismo era muy rígido, dificultando en gran medida el desarrollo de las actividades. No obstante, el traspaso en 2017 de la gestión a la Fundación Universidad de Oviedo parece haber solucionado, al menos en parte, el problema.

La consolidación ha sido costosa, pero una vez establecidos los cauces, especialmente los referidos a la divulgación de actividades de I+D y atracción del talento, es el momento de incrementar el nivel de actividades. Concretamente, en el ámbito de la divulgación, se está organizando una jornada ambiciosa con la participación de un número elevado de ponentes de procedencias diversas con el objetivo de que se convierta en una cita anual.

La formación de perfiles investigadores con capacidad para detectar y evolucionar megatendencias, frente a la tradicional especialización existente, está siendo objeto de la preparación de una actividad innovadora.

Finalmente, es necesario ampliar la atención a niveles académicos no contemplados hasta ahora, como los alumnos de doctorado y los STEM en niveles preuniversitarios, tratando de atraerlos hacia la tecnología y, específicamente, hacia la I+D tecnológica.