«Cuando se produce una buena ola hay que protegerla a toda costa»

Este y otros temas en relación a este deporte se tocaron ayer en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS, que se trasladó a primera línea de playa de la mano del Longboard Festival. Jesús Espina, presidente de la Federación Asturiana de Surf, María Martín-Granizo, subcampeona del mundo de surf adaptado en 2023 y Lucas García, surfista y fundador de la escuela de surf que lleva su mismo nombre, analizaron junto a Mercedes de Soignie la evolución que el surf ha vivido a lo largo del tiempo.

«El cambio ha sido brutal. Llevo veinte años con la escuela y es escandaloso, sobre todo los últimos ocho. Antes era inviable vivir solamente de una escuela de surf», explica Lucas García quien asegura que tras descubrirse «el boom» del invierno, «más tranquilo», la tendencia comenzó ser otra.

Los cambios no solo se han producido en la temporalidad, sino también en la edad en la que se comienza a practicar surf. Si anteriormente se entendía el deporte como algo destinado a los más jóvenes, ahora es gente de todas las edades la que se anima a comenzar. «Con 60 años no vas a ser campeón del mundo, pero vas a disfrutar», afirma García.

De disfrutar, y de ganar, sabe bien María Martín-Granizo, que el año pasado quedó subcampeona del mundo de surf adaptado. Sus inicios sobre una tabla fueron a través del esquí, pero pronto se pasó también a las olas. «Al principio era solo un hobby, hacía más esquí y hace seis años conocí a Lucas», dice. Ahí su vida cambió. «Fui al primer mundial, quedé cuarta y me enganché», dice.

Sin embargo, pese a que la tendencia ha cambiado y «se ha vencido todo el miedo y los tabús que existían en torno al surf», organizar competiciones y cualquier actividad es aún una tarea complicada en Asturias. «Estamos un poco por debajo de las demás comunidades autónomas en ayudas respecto al deporte. País Vasco es un fuera de serie, está a otro nivel, pero estamos luchando con salir con lo poco que hay y estar igualados a Cantabria y Galicia», explica Jesús Espina, director de la Federación Asturiana, encargada, entre otras cosas, de la protección de algunas playas. «Debemos inculcar el amor y el respeto por el entorno. Cuando se produce una buena ola hay que protegerla a toda costa. Tratamos de cuidarla y protegerla con uñas y dientes», añade García.