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El veredicto del juicio por el crimen de Javier Ardines estará como muy pronto mañana. El jurado popular se retiraba al hotel después de siete horas de deliberación. Están convocados de nuevo para este martes en el Palacio de Justicia para continuar con la reunión. ... Los cinco hombres y cuatro mujeres que conforman el jurado dormirán en un hotel de Oviedo, incomunicados y custodiados por la Guardia CIvil, hasta que lleguen a un acuerdo sobre la responsabilidad penal de los cuatro procesados: Pedro Nieva (presunto inductor), Jesús Muguruza (supuesto mediador) y Djillali Benatia y Maamar Kelii, los sicarios que ejecutaron el ataque encargado supuestamente por celos.
La fiscalía y la acusación particular solicitan para cada de uno de ellos 25 años de cárcel por el delito de asesinato. Los cuatro acusados piden su libre absolución y mantuvieron su inocencia durante el juicio, retractándose uno de ellos, Djillali Benatia, del minucioso relato autoinculpatorio que realizó ante la jueza instructora de Llanes. Aseguró que había hecho esa declaración coaccionado por la Guardia Civil y que no tenía nada que ver con el crimen, que de hecho nunca había estado en Llanes. Sin embargo, los muchos detalles que dio sobre el viaje preparatorio y también del día de autos, desmontaron esa supuesta confesión por presiones.
El objeto del veredicto que les entregó el magistrado está conformado por 28 hechos sobre los que el jurado tiene que pronunciarse con favorable o desfavorable. Para alcanzar un veredicto de culpabilidad sobre los acusados es necesaria una mayoría (7 votos sobre los 9), sin embargo, para un veredicto favorable a los acusados solo serían necesario cinco votos a favor para determinar que son inocentes.
A lo largo del último mes los miembros del jurado popular han escuchado a los cuatro acusados, a sus familiares, a la viuda y los hijos de la víctima, a los investigadores de la Guardia Civil que llevaron a cabo la minuciosa investigación y también a los pe ritos que realizaron los informes, como los forenses, quienes concluyeron que el concejal de Izquierda Unida había muerto como consecuencia de una fractura craneoencefálica producida por un objeto contundente y por la asfixia del cuello.
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