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OLAYA SUÁREZ OLGA ESTEBAN
OVIEDO.
Martes, 9 de noviembre 2021
«Trastornado y obsesionado». Hasta en tres ocasiones a lo largo de las más de tres horas de declaración describió con esos términos a Pedro Nieva el teniente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que se encargó de las pesquisas del ... crimen de Javier Ardines. El teniente, que dirigió otras investigaciones como la de Diana Quer o el niño Gabriel en Almería, testificó con un impresionante nivel de detalle y seguridad en sus respuestas, dejando clara su conclusión: «El caso está resuelto, participaron los cuatro acusados que están presentes en la sala».
Detalló a continuación la implicación de cada uno de ellos y por la que la fiscal (muy incisiva y concreta en su interrogatorio) solicita para cada uno 25 años de cárcel por el delito de asesinato. Sobre Pedro Nieva, el guardia civil tiene «la certeza» de que es «el inductor del asesinato» del que fuera amante de su mujer, el concejal llanisco de Izquierda Unida. Tenía «motivación», defiende, y conocía a la víctima y la zona. ¿El móvil? «Su obsesión por la infidelidad» que su mujer, Katia B., habría mantenido con el marido de su prima y de la que Nieva tuvo conocimiento el 8 de diciembre de 2017, fecha que el agente señala «como el inicio de todo». Defendió el investigador que la grabación que Nieva realizó en aquella comida «no fue casual» y que la escuchó «mil veces». No podía olvidar el tema. Hasta el punto de compartir durante meses en sus redes sociales mensajes referentes a la infidelidad y a enviarle a su mujer enlaces a canciones sobre el mismo tema, a lo que suma el balizamiento del coche de su esposa y el interés por colocar micros en su domicilio y hacer un test de paternidad.
«Jesús Muguruza es el intermediario», apuntó el teniente. «Un intermediario de manual», añadió, en alusión a que presuntamente pudo en contacto a su amigo Nieva con los dos ciudadanos argelinos, Djillali Benatia y Maamar Kelii, que están considerados «los autores materiales».
A Benatia llegaron por el posicionamiento de su teléfono móvil con el de Muguruza y el de Nieva el 27 de julio de 2018. «Nos llamó mucho la atención que desde diciembre, desde que había grabado aquella conversación, Pedro no pisaba Llanes, no lo hacía por la animadversión que tenía por Ardines y, sin embargo, ese día, el último día laborable antes de que su hijo viajase a Llanes y él pudiera tener coartada de cara a su familia, se desplazó desde Amorebieta y durante media hora estuvo en Belmonte de Pría, fue sin duda alguna un viaje preparatorio, para mostrarle a Djillali dónde deberían actuar», relató el teniente de la UCO.
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Muguruza y Nieva reconocieron ese viaje, pero aseguraron que lo habían realizado con «Julián, un experto en tejados». «Nunca antes lo han mencionado y además Djillali, en su confesión tras ser detenido, aportó detalles que solo podría saber alguien que hubiese estado allí con ellos», añadió. El propio Djillali pretende ahora negar esa confesión, alegando una supuesta presión por parte de la Guardia Civil. «Es totalmente falso», aseguró el teniente, «ejecutó el plan encargado por Pedro Nieva y lo confesó con todos los detalles, incluso ampliando los que nosotros ya teníamos y que comprobamos que eran verdad».
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Sobre si los presuntos sicarios tenían intención de matar se mostró rotundo. Sí. «Existe un primer golpe con un objeto contundente que le fracturó la base del cráneo y luego se produce una asfixia, no con las manos, sino con el antebrazo. Por lo tanto, el ánimo es de matar», aseguró el investigador, quien describió una «acción sorpresiva, por la espalda, una emboscada», de la que «Ardines trató de defenderse con una valla», no pudo, «salió corriendo pero fue interceptado y acaban con su vida». En las horas siguientes Benatia «llamó más de cien veces a Muguruza para pedirle el dinero».
Para la UCO, tras seis meses de investigación, queda demostrada la implicación de los cuatro acusados. Que tres de ellos (Pedro Nieva, Jesús Muguruza y Djillali Benatia) viajaron a Llanes el 27 de julio de 2018 para preparar el crimen y la «emboscada». Que el 1 de agosto hubo un «primer intento» del que Ardines se libró porque había solo una valla en el camino y la pudo esquivar con el coche. Y que el día 16 de agosto Maamar y Benatia fueron los «autores materiales» del crimen.
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