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Fernando de Barutell, el abogado que defiende al supuesto sicario Mamaar Kelii, ha sido el único que al terminar la primera sesión del juicio del 'caso Ardines' se ha prestado a analizar su desarrollo ante los medios de comunicación. El letrado asegura que «los agentes ... tenían focalizado a Nieva, si me permiten la expresión, ya desde cinco minutos antes de la muerte de Ardines. Desde el inicio, no hubo otra línea de investigación».
Según su relato, Kelii habría seguido «emocionado» la declaración que esta mañana ha prestado su compatriota, el coacusado Djillali Benatia, quien se ha desdicho de la confesión que hizo ante los agentes y la instructora del caso.
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Ahora mantiene que en realidad fue presionado por la Guardia Civil para asumir aquel relato de los hechos a cambio de que se le imputara un delito menor. «Mamaar estaba nervioso esta mañana, se juega 25 años y no sabía lo que podía declarar Benatia», indicó el abogado. «Mirándole de reojo le he visto emocionado y satisfecho», completó.
De Barutell ha amplificado ante los periodistas las acusaciones que en Sala las defensas han vertido contra los agentes que llevaron la investigación: «Aquí se han violaçdo derechos fundamentales y los agentes que lo hicieron he visto que luego han sido incluso condecorados». Aunque representa a un procesado «no tengo patente de corso», indicó, motivo por el cual deslizó que «mañana entiendo que el coronel jefe de la Guardias Civil interponga una querella contra mi».
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