Secciones
Servicios
Destacamos
«Fui a Argelia para ver a mi madre, que estaba muy enferma, no con la intención de huir». Es lo que ha declarado el presunto asesino de Javier Ardines durante su segunda comparecencia ante la jueza de Llanes, que instruye el caso desde el ... primer momento. Como ya ocurriese el pasado 14 de mayo, cuando Maamar Kelii llegó desde Suiza, esta mañana también se ha limitado a responder a unas pocas preguntas de su abogado, Fernando Barutell. En esta segunda comparecencia, solicitada por el propio letrado de la defensa, se ha hecho hincapié en la costumbre que el argelino tenía de viajar tanto a su país natal como a Suiza, adonde iba «dos o tres veces cada año por trabajo». Esos 'trabajos' fueron, ha aseverado el acusado, los que motivaron su marcha a Suiza tras el crimen, y no la intención de huir de la justicia, como defienden los investigadores.
Asimismo, Kelii ha indicado que los dos viajes que realizó a Argelia en el periodo comprendido entre el asesinato del concejal llanisco, el 16 de agosto de 2018, y la detención de sus tres presuntos compinches, el 19 de febrero de 2019, fueron para visitar a su familia. Concretamente a su madre, quien se encontraba «muy enferma». En uno de esos viajes, ha agregado, incluso le acompañaron su pareja su hijo. «Mi defendido, como cualquier patrio, sabe que no hay acuerdo de extradición de nacionales en Argelia y que si se hubiera quedado allí no se habría autorizado su extradición, pero sin embargo regresó por dos veces a España e incluso pasó aquí las Navidades», ha apuntado Barutell.
El argelino también ha ratificado las afirmaciones que ya hizo hace algo más de dos semanas, asegurando que «nunca antes había estado en Llanes», que «no conocía de nada a Javier Ardines» y que no participó en el brutal asesinato. «No termina de entender por qué por la inculpación que hace otro coinvestigado -Djillali Bendita- se le impute un delito tan grave como el asesinato», ha indicado su abogado. Y ha insistido en que «ninguna circunstancia es un indicio de peso suficiente para acusarle».
En relación al hecho de que la investigación lo sitúe en el momento y lugar de los hechos a través de su teléfono móvil, el letrado ha vuelto a indicar que «el informe solo indica que estaba allí un terminal que atribuyen a Kelii, pero no que él estuviera allí también acompañándole».
Barutell ha indicado que hoy mismo solicitará la puesta en libertad de su cliente, si bien ha reconocido que no tiene mucha esperanza en que su petición sea atendida, pues «el ministerio fiscal ya ha anunciado que va a acusar a los cuatro». No obstante, el abogado confía en que, «si la causa contra Kelii no es archivada durante la instrucción, un jurado popular decretará su inocencia». Y esto porque, ha insistido, «No hay ninguna prueba material objetiva que corrobore la versión de Benatia», quien declaró que fue su compatriota quien acabó con la vida de Javier Ardines. En este sentido, Kelii accedió de forma voluntaria nada más llegar a España a que se le tomasen muestras de ADN que ya están siendo cotejadas con las diferentes pruebas recogidas por los investigadores.
La versión ofrecida por el argelino es diametralmente opuesta a las conclusiones de la minuciosa investigación llevada a cabo durante seis meses por el equipo conformado por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón para esclarecer el brutal suceso. Según los investigadores, Kelii y Benatia fueron 'contratados' por Pedro Nieva para asesinar al concejal, a cambio de 25.000 euros y con la mediación de Jesús Muguruza, después de que este descubriese que Ardines mantenía una relación sentimental con su mujer, Katia Blanco. Tras varios viajes preparatorios y un primer intento fallido, los presuntos sicarios tendieron una emboscada al concejal en la madrugada del 16 de agosto de 2018, cuando este se dirigía al puerto de Llanes para salir a faenar.
Según se recoge en el atestado elaborado por la Guardia Civil, los argelinos colocaron dos vallas de obra en el camino de acceso a la vivienda de Ardines, en Belmonte de Pría, de forma que éste tuvo que detener su marcha y bajarse de la furgoneta para retirarlas. Fue entonces cuando los dos hombres le asaltaron, tal y como el propio Benatia llegó a reconocer ante los agentes y la jueza, rociándose con spray de pimienta y golpeándole con un bate de béisbol y un palo. Según el argelino, tras golpear al concejal y caer este al suelo, él salió corriendo hacia el coche, pero Kelii se retrasó unos momentos más, durante los que se escuchó un fuerte golpe.
La autopsia determinaría que el edil llanisco falleció por un fuerte traumatismo en la nuca combinado con asfixia mecánica. Apenas tres días después del crimen, cuando numerosos medios de comunicación se hicieron eco del asesinato de Javier Ardines, el propio Benatia llevó a Kelii hasta el aeropuerto de Barcelona para tomar un avión con destino a Argelia pues, según aseveró el primero de ellos en su declaración, «estaba nervioso» por la investigación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.