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P. SUÁREZ
Lunes, 25 de febrero 2019, 04:38
La familia del concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Llanes Javier Ardines, asesinado el pasado 16 de agosto, ha roto su silencio cuando se cumple casi una semana desde que los investigadores de la Guardia Civil detuviesen a cuatro personas como autores del crimen ... . A través de una carta, la familia reclama «el máximo respeto» a la memoria del edil al tiempo que pide «empatía» hacia su dolor «para asumir su pérdida en tan trágicas circunstancias».
Los familiares del concejal agradecen también la «dedicación y profesionalidad» demostrada por los agentes de la Guardia Civil durante los seis meses que transcurrieron desde su asesinato hasta la detención de los presuntos autores del crimen. De esta manera quieren reconocer el trabajo de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón y la Unidad Central Operativa (UCO), que ha propiciado la detención del presunto inductor del crimen, del intermediario y de los dos sicarios tras 188 días de arduas labores de investigación.
En su escrito aseguran confiar en la Justicia y muestran su agradecimiento hacia las personas que en estos «duros momentos» les han manifestado su «apoyo y cariño». Para los cuatro hombres involucrados en el crimen apenas dedican palabras. Sin mencionarlos en ningún momento, confían en que «todas las personas que han participado paguen por el daño que han causado».
Los familiares del edil advierten también de que se reservan el derecho a emprender acciones legales «contra todas aquellas personas y empresas» que, a través de redes sociales o medios de comunicación, «están vertiendo comentarios infundados e injuriosos sobre Javier Ardines y su familia».
El concejal de IU en Llanes fue asesinado en la madrugada del 16 de agosto de 2018 tras ser víctima de una emboscada cuando abandonaba su domicilio, en Belmonte de Pría, en dirección al puerto de Llanes para salir a faenar con su embarcación. Mañana se cumple una semana de la detección en Vizcaya del presunto inductor del crimen, Pedro Nieva, casado con una prima de la mujer de Ardines; del presunto intermediario, Jesús M., y del argelino Djelali B., uno de los presuntos ejecutores y quien reconoció ante la jueza de Llanes que había sido contratado como sicario. Un compatriota suyo está también imputado como presunto autor material aunque continúa pendiente de ser extraditado, ya que se encuentra preso en Suiza por un asunto de drogas.
Por su parte, los tres detenidos en Vizcaya ingresaron el jueves por la noche en el centro penitenciario de Asturias tras declarar ante el juzgado que instruye la causa. En su declaración ante la jueza, Djelali.B. confesó también que Nieva pagó por el crimen 25.000 euros a los dos sicarios. Lo hizo tras constatar que su esposa, Katia, mantenía una relación sentimental con la víctima.
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