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MARCO MENÉNDEZ
Gijón.
Lunes, 18 de mayo 2020, 00:43
Jaime Rodríguez Medal (Gijón, 1984) es el director de la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús), un sector que está pasando un mal momento debido a la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19. Precisarán ayudas milmillonarias para evitar que muchas empresas ... no se vean abocadas al cierre.
-Piden al Estado ayudas por 2.000 millones de euros. ¿Es una cifra realista?
-Se basa en un estudio que hemos hecho teniendo en cuenta los servicios de autobús en España. Se trata de garantizar la continuidad de las empresas y las prestaciones.
-Se puede decir que ustedes tienen muchos subsectores...
-Sí y nos afectan otros sectores. Por ejemplo, los colegios cerraron y se cancelaron los contratos del transporte escolar, pero con el menoscabo de que se suspende la asistencia por causas ajenas a nosotros. En algunas comunidades se abonaron los días no prestados, según el contrato, pero en otras no.
-Pero hubo servicios que sí continuaron, ¿no es así?
-Alguno sí, pero con una oferta muy limitada, a lo que hubo que añadir las restricciones de ocupación. Con el cierre de las empresas no esenciales, los servicios continuaron con una demanda escasa o nula y todo fueron pérdidas.
-¿Con la desescalada no mejorará la situación?
-Solo con abrir, perdemos. Pero esto viene de hace tiempo, porque la parte que se dedica al turismo y al servicio discrecional ya lo empezó a notar en febrero, sobre todo, por la bajada del turismo asiático o los congresos que se suspendieron, como el Mobile World Congress. El mes de febrero ya fue mal, pero con el estado de alerta decretado en marzo y las medidas impuestas, las pérdidas fueron del cien por cien.
-Si lo habían notado, ¿no avisaron de lo que se avecinaba?
-Un mes antes se trasladó al Ministerio de Transportes que había que tomar medidas, porque estábamos viendo lo que pasaba con el turismo. Luego, con el tiempo, fue cuando se adoptaron las medidas.
-¿Cómo afrontan el futuro?
-La situación no es la más esperanzadora. Vamos a prestar los servicios, pero no habrá el cien por cien de la oferta ni de la demanda. Tendremos que modular la actividad, porque no sabemos lo que puede pasar. ¿Qué ocurre si de repente hay un rebrote y damos un paso atrás? El transporte público irá incrementando su oferta, pero si se ponen muchas restricciones en el número de usuarios más las medidas que hay que adoptar en el vehículo, limita los beneficios. Ahora hay un límite del 50% de ocupación, por lo que hay que poner dos autobuses.
-¿Son necesarias más acciones?
-La Administración tiene que hacer una campaña de promoción del uso seguro del transporte público, hablando en positivo y garantizando su seguridad. Lo echamos en falta. Pero el Gobierno recomienda el uso del coche, mientras nosotros soportamos los costes. No tiene sentido.
-¿Es posible que tengan que cerrar algunas empresas?
-Hay un riesgo importante. Todas necesitan liquidez inmediata. Es un sector vital para reactivar la economía pero es preciso remanente para afrontar todos los costes.
-Es decir, ¿hacen falta 2.000 millones de euros ya?
-Con mucha urgencia. Es un fondo que pedimos al Gobierno. La Comisión Europea también entendió que somos un sector muy afectado y que en España es mucho más potente que en el resto de los países, pues supone más del 50% de los desplazamientos del transporte colectivo, tiene la flota más moderna, genera más empleo y tiene más capilaridad, pues llegamos a más de 8.000 poblaciones del país.
-¿Están igual de afectados en todas las regiones?
-Especialmente las que tienen un fuerte componente turístico pero, generalmente, todas las comunidades autónomas están afectadas. Por ello, también necesitamos que los ERTE vayan más allá del estado de alerta, hasta recuperar el cien por cien de la oferta y la demanda. No es fácil asumir el coste de toda la plantilla.
-Precisamente, la situación creada durante el estado de alerta sacó a relucir carencias en el sector del autobús. Asturias plantea crear carriles específicos en los accesos y travesías de las principales localidades. ¿Qué le parece este planteamiento?
-Valoramos que se creen carriles VAO (vehículos de alta ocupación) en los ejes de penetración de las ciudades. Es una medida que permite ganar velocidad comercial y fiabilidad, para que los autobuses no se queden parados al llegar a una ciudad. No hay mejor campaña que en un atasco el autobús pase sin problema. Es positivo.
-¿Cómo debería ser ese carril?
-Hay sistemas de guiado con nuevas tecnologías que resulta una solución bastante barata. La ruta Oviedo-Gijón saldría muy beneficiada con el carril VAO. Sería fantástico para los ejes de penetración a las ciudades.
-¿Haría falta algo más?
-El Principado y los ayuntamientos se han de unir en una campaña de promoción del uso del transporte público seguro, porque hasta ahora el Gobierno pidió que se usara el coche. El ministerio ya trabaja en este sentido, pues el transporte cumple con la desinfección diaria de los vehículos, el respeto de la distancia social y no aumenta las plazas. Eso genera confianza en los usuarios.
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