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SANDRA S. FERRERÍA
OVIEDO.
Viernes, 9 de agosto 2019, 01:24
La salud de la osa parda 'Saba' de siete meses y que fue encontra el pasado junio en Santo Adriano ha mejorado. Tanto que no para de jugar. Había sido abandonada por su madre y estaba coja. Con solo cinco mesese edad, las posibilidades de que este esbardu saliera adelante eran remotas. Pero se pusieron todos los medios y ahora se pueden constatar los resultados, con una osezna prácticamente recuperada.
'Saba' fue, tras ser localizada en junio, trasladada al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria anexo al Parque de la Naturaleza de Cabárceno para someterla a tratamiento para tratar de que se recuperara de sus heridas. Dos meses después de su ingreso en el centro, según los expertos, 'Saba' «está sana y presenta una actitud y comportamiento óptimo y propio para su especie y edad», indicaron en la Consejería de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático.
A base de carne de cérvido, fruta variada y frutos secos, 'Saba' ha cogido más de diez kilos de peso, llegando a pesar ahora dieciséis. Así, su actitud, apetito y comportamiento es el propio de los osos de su edad. La mayor parte del tiempo lo pasa jugando y explorando su entorno, así como alimentándose y durmiendo.
El equipo de veterinarios asturianos y cántabros responsable de la osezna afirma que ya no recibe ningún tratamiento y se considera que su salud es buena. Durante estos dos meses se han realizado diversas pruebas veterinarias. 'Saba' no tiene contacto con sus cuidadores. Así, para dejarle el alimento y realizar las modificaciones necesarias en el recinto en el que vive, el centro de recuperación utiliza un sistema de video-vigilancia por el cual la osa nunca ve a sus cuidadores. El 'aislamiento' en el que se ha mantenido a 'Saba' es una «medida preventiva» con la que se pretende evitar que la osa desarrolle comportamientos de «habituación a las personas».
Asimismo, 'Saba' participa en un programa de «enriquecimiento ambiental» con el fin de estimular el comportamiento normal de la osa en el ámbito del juego, la búsqueda de alimento y la exploración del entorno, así como para paliar comportamientos negativos derivados de la cautividad.
Semanalmente se crean en su instalación nuevos entornos de exploración mediante cambios del sustrato y la vegetación. También se introducen juguetes naturales «que estimulan el juego y la curiosidad». De momento, 'Saba' continuará en observación por parte de los equipos veterinarios y técnicos responsables, antes de pasar a la fase de rehabilitación y adaptación al medio natural.
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