Oviedo vive un carnaval de cuento y comida

Tiene dos años y medio y durante la última semana su padre ha estado trabajando de forma incansable para que su hija luciese uno de los disfraces que más llamó la atención al público. «Tanto el atrezzo como el vestido está hecho a mano y, por ejemplo, las velas están hechas con los rollos de papel de baño y de la cocina», señalaba orgullosa la abuela de la niña, Deli Secades, mientras grababa el desfile con el móvil para después enseñárselo a sus amistades. No obstante, este no fue el único disfraz religioso que desfiló por el Calatrava, ya que el papa Francisco pisó este escenario decorado con globos montado en el papamóvil.

Cuando la pequeña Victoria se bajó del escenario, la mirada del público se centró en las hermanas Lucía y María Fernández. Iban vestidas de 'Alicia, el país de las maravillas'. Sus padres trabajaron durante «dos meses y medio» para recrear un pasaje de este cuento. «El tema del disfraz lo eligieron ellas, ya que les gusta mucho leer este libro», confesaba la madre, Ana Rodríguez.

Tanto ajetreo había sobre el escenario del Auditorio del Calatrava que hubo también tiempo para la comida. Los hermanos Paula y Pelayo García y Ainhoa y Sergio Corredor iban disfrazados de sidra, fabada, picadillo y arroz con leche. Sus madres al acabar la actuación se mostraban orgullosas por los trajes que habían conseguido y también recalcaban que estos trajes tienen una inspiración ovetense: «El nombre de del disfraz es 'Guía de Oviedín'», señalaban. También hubo tiempo para los productos del mar con la pequeña Noa Rodríguez vestida de oricio.

En el Calatrava no faltaron Los Picapiedra y Mickey junto a Minnie Mouse. Sin ir más lejos, Jonathan, Noa, Daniel y Martín Iglesias juno a Julia y Julio Veiga, Andrea López y Patricia García explicaban que todo el traje lo habían cosido a mano y «sin máquina». Después del desfile Petit Pop tocó música molona que conquistó al público asistente.