Guasa y danza mazcarita en la jura del pendón de Oviedo

La tradición de Carnaval o Antroxu, en asturiano, tiene mucho de irreverente, de criticar con ironía y a veces sin ella a los antiguos poderes fácticos como la Iglesia o el Ejército. Ahora que el Antroxu se ha convertido más en festival que en fiesta que sigue la tradición, los Mazcaritos de Oviedo dieron este domingo un paso al frente recuperando de pleno la irreverencia más genuina y antigua con su particular 'Xura' del Pendón. Una actuación que consistió en el beso al pendón de la agrupación para después hacer una reverencia enseñando el trasero. «Si a la bandera de la calle Uría se le hace una jura, nosotros la hacemos al principal monumento de Oviedo, que es el 'Culis monumentalibus', besando el pendón, haciendo una reverencia y enseñando el culo», explicó Ánxel Nava, disfrazado de 'El ciego de los Mazcaritos' e impulsor de la agrupación que se puso en marcha hace siete años para defender las tradiciones más primigenias de la fiestas del Antroxu.

Así que por delante del pendón flanqueado por dos militares, uno de tierra y otro de marina con las espadas desenvainadas y en alto, cada uno de los treinta integrantes de la agrupación desfilaron, besaron el pendón y removieron el culo delante de la voluptuosa escultura situada en la calle Pelayo, casi enfrente del Teatro Campoamor.

Pero no sólo los figurantes, también el público se prestó al gesto como Pedro Malaquías, su mujer Marta y su hijo Joao, portugueses de paso por Oviedo que «estamos encantados de dar el culo porque en Asturias el Carnaval es muy guapo, divertido y original».

Tras su particular jura, los Mazcaritos siguieron de folixa por el Oviedo antiguo entre música y bailes.

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