El Carnaval más enamorado

En la farmacia Estrada, en el número 8 de la calle Palacio Valdés, lucen un corazón compuesto por piezas de distintos tamaños. «Lo diseñó una compañera, Magdalena Lillo, y es la primera vez que participamos», explican Belén del Campo y Elena Prendes. Todo con material reciclado: «La goma eva del año pasado y las luces de Navidad; y sí, es una mezcla de Carnaval y San Valentín», detallan. A escasos metros, una de las que siempre participan, Lencería Berta. Al frente está Marta Pérez, que ha apostado de nuevo con un diseño propio: «Son tres ramos de flores, como si cada maniquí fuera la base, uno en blanco, otro en rojo corazones y otro con flores más antiguas».

Este negocio ya se ha llevado premios, al igual que Sarah Martín Joyas, en la calle González del Valle; la ganadora de la edición del pasado año. «La propuesta está vinculada a San Valentín porque coincidía», cuenta la diseñadora. Y de una leyenda a una película, 'El gran hotel Budapest' en Santina Joyas, en la calle Rosal. Fundieron también ambas fechas y el resultado es un escaparate con «las cajas de la película, el gorrito del botones, la llave del hotel, cartas de una baraja de corazones... La gente se para y nos hace fotos», agradece.

El rojo también ha sido uno de los colores elegidos por Begoña Gómez, de Óptica Hispania, que «abrimos hace cinco años» en la calle Padre Súarez, y «siempre nos apuntamos». Esta edición con una apuesta inspirada en otra película, en 'Moulin Rouge'. «Mucha gente se para, abre la puerta...», indica. Ahora sólo queda que el jurado llame a la puerta de los ganadores.