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GUILLERMO MAESE
GIJÓN.
Sábado, 27 de enero 2024, 01:06
«El nombre nos viene al pelo porque cuando se acerca el antroxu andamos perdíos de los nervios». Así lo reconoce la propia charanga. Y no es para menos porque la cuenta atrás para volver a desfilar y subirse a las tablas del Teatro Jovellanos ... ha comenzado. «Estamos un poco locos, siempre vamos de un lado para otro un poco azotados», relata Sara Rubio, presidenta del grupo. Fue en 2000 cuando nació la charanga y a lo largo de los 22 años que lleva participando en el concurso oficial puede presumir de que ha pasado ya «por todos los puestos posibles». El año pasado quedó última, así que «este año a peor no podemos ir», comentan entre risas los integrantes. Pese al «chasco» del año pasado, Perdíos de los Nervios se mantendrá fiel a su esencia, avanza para EL COMERCIO, y volverá a caracterizarse de un personaje de la actualidad. «Huimos de la fantasía y optamos por la sátira más aguda y mordaz», defiende su presidenta. Como siempre, las charangas esperan hasta el último momento para desvelar la temática de su desfile. «Lo que es seguro es que volveremos a conectar con la gente de la calle», promete.
La composición de sus canciones corre a cargo de la presidenta y su madre, Teresa, por ser las más veteranas de la formación. «Es ya casi una tradición familiar», apuntan madre e hija, quienes aseguran que está asegurado «nuestro tono perdío».
Integrada por 43 personas, Enol, Mateo, Lucía, Leo y Zoe son los benjamines de la charanga. «Da gusto verlos tan entregados y disfrutando tanto», señalan los más veteranos.
Llevan ensayando desde el mes de septiembre, pero reconocen que aún están en los «apurones de los últimos días». Ensayan en la sede de la asociación vecinal del barrio de Pescadores, a la cual están «muy agradecidos porque no es fácil encontrar un sitio para ensayar con el ruido que hacemos». Horas y horas de práctica para volver a subir a las tablas del Jovellanos. «Los instantes antes de subir te falta el aire. Hay muchos nervios para que todo salga según lo previsto», apunta Sara Rubio. «Y al final casi todo sale bien, pero lo que está asegurado es el buen rato que pasamos». En Perdíos de los Nervios -una de las charangas con menos integrantes de las que participan en el concurso- están obligados a saber jugar todos los papeles. «Intentamos que todo el mundo haga lo mismo para saber disfrutar del momento», apunta la presidenta. Este año la mitad serán percusionistas y la otra mitad bailarán y cantarán.
En Perdíos de los Nervios importa el resultado final, pero lo más enriquecedor son los momentos compartidos. «Ya en septiembre nos empezamos a reunir para darle forma al espectáculo», sostienen los integrantes, muchos de los cuales ya se reconocen amigos. Lo que es seguro es que saldrán con las ganas y el entusiasmo necesario para mejorar el resultado del año pasado. Pero, «para que nadie se confunda», reivindican que tienen un primer premio y que durante cinco años seguidos consiguieron el segundo puesto.
«No sé si conectaremos con el jurado del concurso, pero lo daremos todo para que así sea. Lo que es seguro es que gustaremos al público», avanza, con nervio, la presidenta. Solo faltan unos días para comprobarlo.
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