Los escaparates se antroxan para animar a la clientela

No solo el Antroxu funciona bien para las confiterías, las charcuterías tiene también su público. «En carnaval la gente se anima más a comer», afirma la dependienta de Embutidos Montelueño, Irene Infiesta.

En la tienda aprovechan cada ocasión para tematizar el escaparate y, como este año el Antroxu y San Valentín se solapan, ellos han apostado por la primera, «porque el embutido y el picadillo tiene gran acogida en esta fiesta». Como trabajadora del pequeño comercio, explica que en estas cosas son «donde podemos llamar más la atención y animar a la gente». En este sentido, Infiesta cree que con estos pequeños detalles «se puede sacar a la clientela una sonrisa».

Y si bien Embutidos Montelueño aprovecha el tirón de sus productos, Pan de Ibias, en la calle Magnus Blikstad, usa -literalmente- los suyos para festejar carnaval. Al entrar en la panadería, Susana Martínez y Niko Samoila presentan a 'Hogazín', una hogaza de pan «muy payasa» y a la que tratan «como un bebé». En una cesta reposa el pan que decoran con una peluca, un sombrero y, como no, con una nariz de payaso.

Para animar los escaparates, la Unión de Comerciantes junto a Divertia han colaborado por primera vez para que los locales pertenecientes a la asociación sean elementos de información y que, a su vez, decoren con pequeños elementos festivos sus fachadas. En total son 40 comercios, la zapatería Llaneza es uno de ellos. «Nos pareció interesante la propuesta porque Gijón es una ciudad a la que le gusta mucho celebrar», dice la encargada de la tienda, María Llaneza. En su escaparate, máscaras y serpentinas cubren los diferentes zapatos y zapatillas, «aún falta para el fin de semana pero nosotros ya estamos antroxando».