Después de un animado y reivindicativo pregón donde entre otras cosas se exaltó la cultura sidrera, el público, junto con las charangas acudieron a la Plaza del Marqués para, como ya es tradición cada año, disfrazar a Pelayo. Después del cúmulo de victorias que ha conseguido recientemente el equipo femenino del Telecable de hockey sobre patines, era de esperar que por ahí fuesen los tiros del traje elegido para Pelayo y, en efecto, así sucedió.
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Ahora es deportista, pero no solo eso. Aparte del peto azul claro, los patines y el stick, la estatua luce un pañuelo rojo con lunares blancos en honor a Roxi, 'la remalladora' gallega que acompaña a la Sardina este antroxu. Así que se podría decir que Pelayo es por unos días 'Rosiña' y además juega en el Telecable.
La portavoz de las jugadoras, Sara Lolo, dijo sentirse «muy sorprendida al verlo in situ» a pesar de ya saber de antemano que sería un entrañable homenaje a su equipo.
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