Les comadres dieron el pistoletazo de salida al antroxu

Les comadres prendieron el antroxu. No cabe duda, viendo el lleno que presentaron los restaurantes ayer por la noche, de que esta sigue siendo una de las fechas más importantes del carnaval gijonés. Originalmente era un día en el que madrinas y ahijadas se reunían para merendar y charlar mientras daban buena cuenta de los platos que habían preparado. Con los años, la tradición fue poco a poco cambiando y hoy en día es motivo de festejar, de quedar con amigas, familiares o compañeras de trabajo y salir a cenar y a bailar.

El ambiente en la Ruta de los Vinos a última hora de la tarde ya invitaba a pensar que la noche iba a ser larga. Ambientazo en la Sidería Boal, el Bingo Sporting y el Faro de Oviñana, que ya durante la semana tuvieron un buen ritmo de reservas de menús, los que si bien durante los últimos años ha ido variando en sus platos principales, las picatostes y los frixuelos son una apuesta segura para ponerle el toque dulce a los festejos.

Lleno en La Ciudadela de menú de comadres. En el restaurante, además, entregaban a cada fémina un pequeño clavel. «Hoy la noche es joven», decía un grupo de compañeras de trabajo al tiempo que reconocían que «mañana (por hoy) será una dura y larga jornada de trabajo». «¡Pero si salimos a las dos!», puntualizaba una.

Pleno de reservas también en la Pizzería La Divina Commedia. «¿Para EL COMERCIO? Sí, sí, que mañana nos ve todo el mundo?», decían Sara, Laura, Begoña, Elsa y Carmen mientras brindaban con un rosado. Lo cierto es que Gijón, ayer, tenía ambiente. La temperatura (a las 22 horas la temperatura era de 17 grados) empujó a los gijoneses a salir a la calle. Había mujeres, pero los hombres tampoco se quedaron en casa.

Ni una mesa libre en la sidrería El Pedreru, donde compañeras de trabajo y amigas brindaron con sidra y cava. Cualquier excusa es buena en Gijón para disfrutar de una agradable noche en los establecimientos hosteleros. Pero una cosa está clara, les comadres nunca fallan.