«Este año le dimos mucho al coco»

Desde que se formaron en el año 2008, gracias a dos matrimonios que juntaron a «un grupín de amigos» para vivir el Antroxu desde dentro, la charanga no ha dejado de crecer. Solo en este último año han sumado siete personas, pasando de 43 a 50 miembros. «Tampoco puedes coger muchos más, porque si no los ensayos acaban siendo una locura», apunta Miguel, quien define a los suyos como un grupo «muy carnavalero». Hasta se podría decir que lo llevan en la sangre. «Yo me acuerdo de disfrazarme de bien pequeño y ganar concursos en Mercaplana con disfraces que me hacía mi madre». ¿Lo mejor de todo? Que no lo hacen por ganar un concurso, sino por la gente. «Si gustas en la calle y la gente baila tus coreografías o se sabe alguna canción, eso es lo que te llena», remarca el presidente.

Una de las grandes artífices para conseguir triunfar en la calle es su madre, Tere Suárez. Dedicó toda su vida a la costura y, desde que empezaron hace 15 años, es la persona que está detrás de todos sus disfraces. «Después nosotros añadimos complementos sobre lo que nos hace, configurando más detalles, pero el modelo base lo hace ella». Un trabajo que, además, tiene doble mérito. Aunque Tere no está en ninguna charanga, sí tiene un grupo con el que participa en el desfile todos los años, así que «hace sus trajes y los nuestros».

Con la cita en el Jovellanos ya pisándoles los talones, se confiesan nerviosos, pero aseguran que lo peor es casi cuando queda un mes. «En la última semana ya tienes casi todo matizado, te quedan flecos, pero a falta de un mes es cuando piensas que no vas a llegar». Pero llegarán y pondrán sobre las tablas 'folixa pa toos'.