«Damos caña a todo el que podemos»

A lo largo de estos 23 carnavales han visto crecer a mucha gente, como Paula Merayo, que «lleva toda la vida en la charanga» y es quien se encarga -junto a Sara- de perfeccionar las coreografías con sus compañeros. Son un grupo que disfruta mucho del proceso de creación, «tanto el escurrirte la cabeza para sacar cosas como, una vez que las tienes, ir matizándolas», explican con emoción.

No tiran a los habituales ritmos brasileños de batucada o samba. La persona que compone sus ritmos es Gustavo Rodríguez, el hermano de Francisco. Son músicos y lleva toda la vida en los escenarios, así que «cada año crea algo nuevo». Por eso suenan un poco distinto. Luego, los demás hacen un «pequeño teatrillo» en los once minutos que tienen en el Jovellanos y, aprovechando ese hilo conductor, «le damos caña a todo el que podemos». No dudan de que su propuesta va a tener buena acogida. Si todos los años se divierten mucho ensayando lo que van a hacer, aseguran que «este nos lo estamos pasando especialmente bien nosotros». El secreto está en que creen en lo que están haciendo y saben que esa alegría se transmite al público. «Te lo refleja la cara», remarca el presidente.

Además, salir a un Jovellanos repleto hace que les recorra el cuerpo una sensación con la que se crecen. «Tocar, cantar, bailar y hacer reír a la gente es una satisfacción enorme». Tanto en el teatro como en el desfile, Los Restallones intentarán hacer que todo el mundo vibre como ellos.