«Ya cansé de quejame, nun nos escucha ni Dios»

Los primeros en subirse al escenario fueron Los Gijonudos. Son los más veteranos (lo pusieron en marcha en 1981 un grupo de trabajadores trasladados a Gijón desde País Vasco), pero con las mismas ganas. De hecho, en EL COMERCIO prometieron ser «el alma del Antroxu». Llevan tiempo sin hacerse con el primer premio y para esta edición apostaron por trajes y letras futuristas y haciendo referencia a la inteligencia artificial: «No sé qué es verdad y qué es mentira, pueden redactar mil mentiras, solo les falta hacer la comida».

Los Tardones ganaron en 2022 y quieren volver a lo más alto. Su apuesta para lograrlo fue una escenografía llena de alegría y colorido. 56 personas sobre el escenario al ritmo de historia pasada y presente del pop español: Radio Futura, Hombres G, David Bisbal y Pereza y con un lema 'Bajar del olimpo para vivir el momento'. «Vengo a pediros que cuidéis el mar, tanta basura lo puede matar, tanto vertido, tanto pescar, con la fauna marina vais a acabar», cantaron.

Ninguno de los 45 integrantes de Los Restallones es del poblado de Santa Bárbara, pero allí se sienten muy vinculados puesto que es donde han ensayado la actuación que se pudo ver sobre el Jovellanos. Llevan desde el 2001 y ya acumulan ocho primeros puestos. Para esta ocasión apostaron por llamativos disfraces de fantasía y con un original arranque, el diálogo entre un guerrero japonés y el espíritu de su abuelo asturiano. Hubo pullas para los políticos, especialmente para la alcaldesa: «Moriyón, baby, quisiste la región, baby, Moriyón, volviste pa Gijón, baby, Moriyón, no pudiste co'l Barbón, confórmate con Xixón!», en una versión de la cabecera de los dibujos animados Oliver y Benji.

Un trocito de sudamérica llegó con Os Brasileiros do Xixón, que han duplicado sus integrantes en dos años superando los 60 que se subieron al escenario. Un espectáculo de baile, muy críticos con los políticos y con canciones muy de aquí, como Tractor amarillo. «Yo ya cansé de quéjameeeee nun nos escucha ni Dios».

Xareu n'el Ñeru es otra de las charangas veteranas: fundada en 1995 en Jove. Con ganas de ganar, como todas, pero este año, por encima de todo, con ganas de rendir homenaje a su presidente José Méndez Legaspe, fallecido el verano pasado. Una nueva vuelta de tuerca a la puesta en escena que llegó a ejecutar seis coreografías diferentes de forma simultánea. ¿Alguien se imaginó que con Sex Bomb de Tom Jones se podría versionar «Ay dios, ay dios, subió la inflación, y encima en Gijón toca aguantar a Moriyón». Ellos sí.

Cerraron la sesión del domingo la charanga Kop'a Vino, una de las más laureadas (acumula once primeros premios) en su larga historia (llevan desde 1987) que empezó con vecinos de Contrueces, pero a la que se han ido sumando de otros barrios de Gijón. Prometieron mordidas porque «para eso está el carnaval», con letras muy pegadas a la actualidad política y social. Y lo hicieron: «Mira, como estamos, parece que este año se nos fue de las manos, primero Rubiales, con sus genitales y luego llegó Pedro a perdonar catalanes». Y cerraron con una letra que bien sirvió de broche para acabar su actuación y de despedida de los dos días de concurso por todo lo alto: «Cuando el Antroxu se acaba y termina toda la fiesta, esta charanga se acuerda, de lo que ha costao' llegar».

La tercera sesión del XXXVI concurso de Charangas, antes de elegir a las ganadoras, será en el desfile de esta tarde. La entrega de premios será el martes, previo al entierro de la sardina.