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GUILLERMO MAESE
GIJÓN.
Jueves, 1 de febrero 2024, 00:18
Fue en 1981 cuando un grupo de unos veinte trabajadores de Telefónica del País Vasco, al ser trasladados a Gijón, decidió poner en marcha una charanga con el nombre Los Gijonudos, convirtiéndose en la primera agrupación antroxera de la ciudad. Cuatro décadas después este grupo ... sigue al pie del cañón con un total de 50 integrantes y con más ganas de antroxu que nunca. «Ha habido algunas bajas por motivos personales y laborales, pero nos han prometido que volverán», asegura Javier Blanco, portavoz del grupo. En los años noventa, a causa de «unos problemas», decidieron hacer un parón en la competición y aunque siguieron con la actividad de carnaval no participaron en el concurso del Teatro Jovellanos. Volvieron en 2017 a una competición en la que en se llevaron el primer premio en 1988 y en la que los tres años posteriores quedaron segundos, puesto que repitieron en 2020.
«¡Seremos el alma del antroxu!», avisan los integrantes durante su último ensayo en el patio del colegio del Piles.
Además de sus letras, Los Gijonudos destacan también por la originalidad de sus ropajes. Este año, por ejemplo, todos los miembros de la charanga llevarán decoración en 3D. «Llevamos desde verano dándole vueltas al disfraz, pero ya está todo preparado», explica Blanco. Los trajes son de confección propia y de una modista gijonesa. «Hay muchos pequeños detalles que nos han generado muchos problemas, pero lo cierto es que disfrutamos mucho», apuntan varias de las diseñadoras. Hablan de la confección, pero no dan pista alguna sobre la temática. «Lo que es seguro es que sorprenderemos a propios y extraños», sostiene el portavoz.
Este año, cayendo el carnaval tan pronto, las charangas se han visto un poco con el agua al cuello. «Nos ha pillado a pie cambiado pero podemos con esto y con mucho más», reconocen.
A la letra de la composición que llevarán al Teatro Jovellanos no le falta, claro está, crítica y gracia, «y eso que se nos han quedado muchas pullitas fuera». Aunque saben que lo importante «es disfrutar de los días de carnaval», reconocen que «siempre hay un poco de piquilla entre los grupos». Una competitividad que juzgan necesaria. «Una charanga sin las otras no sería nada», apunta Blanco. Para Los Gijonudos, lo importante, más que ganar o perder, «es llegar con el trabajo hecho; vamos a vaciarnos». La charanga autóctona más antigua, Los Gijonudos, promete ponérselo difícil al jurado.
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