Un desfile de Antroxu con mucho arte

Inspirada en el popular programa de televisión de Antena 3, la 'Caravana del amor', con set de televisión incluido en la parte trasera, fue acompañada por decenas de componentes del grupo, con arcos y fechas, apuntaron directamente al corazón de un público que supo reconocer el ingenio y la diversión de una propuesta con la que ya habían quedado en segundo lugar en el concurso de carnaval de Luarca.

El tercer clasificado fue 'Tamos como abeyes', de la asociación Xente Xoven de Serín, que trajo a noventa aleteadoras abejas acompañadas por colmena y un ahumador. Desfilaban en Avilés tras haber ganado el primer premio del carnaval de Luarca y ayer también se llevaron un primer premio en la categoría de Carrozas en el Concurso de Gijón, celebrado el lunes.

Sus vecinos de la Happy Family, también de Gijón aunque con algún integrante avilesino, incendiaron el desfile con 'El fuego del Fénix', que alternó disfraces de fuego con otros de ave fénix y alas de cuatro metros. «Buscábamos algo diferente, impactante, con luz y color y le hemos dedicado muchas horas, días y meses», aseguraba una componente de la agrupación. En Avilés no sacaron nada, pero ayer conocieron un tercer premio en Gijón.

Entre los grupos se iban alternando los participantes en categoría individual y parejas como Lucía Acuña y Ángel García, que fueron de las más fotografiadas. Ya el año pasado habían llamado la atención con sus disfraces de Predator, con los que además consiguieron el primer premio en parejas. Este año eligieron a dos dioses egipcios, a Anubis y Bastet y ella se curró de arriba a abajo unos diseños tan llamativos como fieles a la representación habitual de estas divinidades. «Lo hago yo todo, hasta las máscaras que primero hago un molde de arcilla que paso a yeso y después a látex», explicó. Se llevaron el segundo premio por parejas (190 euros). El primero fue para la pareja con el disfraz 'Un carnaval de ensueño' (280 euros) y el tercero (100 euros) fue para 'Asturies', el Pelayo de Jesús Pérez y la Santina de Lucía Ramos que, desde Mieres, desfilaban por primera vez en Avilés.

Otros no ganaron, pero lograron sorprender al público con el parecido al personaje que recreaban. Fue el caso de John Lennon, interpretado por Sergio, aunque Sara Castaño reclamaba su cuota de protagonismo mientras se quitaba las gafas: «Eh, que yo tengo los ojos un poco achinados como Yoko Ono». Explicaba ella que les pidieron tantas fotos el sábado por la noche cuando salieron vestidos de blanco y con el parte reclamando el fin de la guerra que se animaron a presentarse.

También en parejas compitieron Telva y Giulia de 'Las 1001 noches', acompañadas por la abuela de la primera y la madre de la segunda, además de un tigre y de una lámpara que daba contexto al disfraz.

Juan Guerra y Magda García homenajearon a Gaudí con sendos trajes con estampados de obras del catalán y dos sombreros que reproducían las chimeneas del Palacio Güell. «Como mucha gente no conoce la obra de Gaudí cree que vamos de payasos», comentaban entre divertidos y resignados en su primera participación en este concurso.

Sonia Ares fue la 'ideóloga' de los disfraces de sus tres hijos: Darío y Cintia iban de Mary Poppins y del deshollinador, al que no le faltaba ni una casa a cuestas y que desfilaron tras haber ganado el día anterior un premio en el concurso de disfraces de El Atrio. Su hermano Alejandro desfiló como un adivino con mesa y bola de cristal incorporada. «De noche queda muy guapa porque se ilumina», apuntaba su madre.

En categoría individual el primer premio fue para 'La Celestina, arte de la literatura' (150 euros); el segundo fue para 'El Busgosu' (120 euros) y el tercero para 'Charlie Rivel' (70 euros).

El desfile fue ayer un éxito de público, pero a pesar de haber acortado el recorrido no logró ser más rápido que otros años. Empezó a las seis de la tarde, hubo un primer e inexplicable retraso de unos veinte minutos tras las dos primeras charangas y a las 20.45 horas todavía estaban los artilugios del Descenso de Galiana en la calle de José Cueto, en el punto de salida.