El Descenso de Galiana transforma la diversión en arte en Avilés

El homenaje a Falo Hevia amortiguó los efectos que tenía adelantar el inicio del Descenso a las seis de la tarde. Comenzaron, con puntualidad británica los cañones a vomitar espuma en los puntos habituales de colocación, para goce máximo de todos aquellos que disfrutan jugando con ella, lanzándose a la calle y empapándose. Desde luego los más pequeños, pero también adolescentes y pienso que algunos padres utilizan a sus hijos de coartada para tirarse entre la espuma.

Mientras tanto, en la plaza de España se proyectaba un vídeo recordando a Falo, fallecido el pasado verano, y su imaginación infatigable. Los integrantes de su grupo, Ixuxu aportaron el color musical, y la alcaldesa, Mariví Monteserín, cerró el homenaje destacando que Falo había logrado ver «hecho realidad lo que había soñado».

Tan sólo había pasado media hora, en la que cayeron cuatro gotas que no restaron animación al personal. Arreció más tarde, cerca de las siete, pero al ver que todo el mundo seguía en su sitio, el Nuberu decidió guardar fuerzas para más adelante.

En esa media hora, la primera de los artilugios, 'Disneyantroxáu', de L'arrancadera, había llegado a la mitad de Galiana con su homenaje al universo Disney. El suelo resbaladizo por la espuma y el agua obligaba a dejar distancias de seguridad y eso influía en el ritmo y el paso de los artilugios.

No faltaron elementos ya clásicos, como la banda rockera del Santa Cecilia animando la tarde o la peña congregada en los arcos de Galiana mientras disfrutaban sus consumiciones.

Este año, el tema del Antroxu son las artes, lo que alimentó la imaginación de las peñas. El mundo del cine fue una de las fuentes más recurrentes, pero también la arquitectura, la música o la literatura. No faltó un homenaje a las desaparecidas baterías de cok de 'Ensidresa', de la peña Una y Pa casa.

Dos rasgos se generalizaron en las peñas y artilugios. En la práctica totalidad aparecen juegos de luces y música. El jolgorio es inevitable, todo el mundo baila y se invita a bailar al público, con un importante número de asistentes disfrazados. Y, al final, todos bailando. ¡Es Carnaval!

Pero lo más importante fue la presencia de niños y adolescentes en la práctica totalidad de los artilugios. En algunos casos, como en el Museo Peripecias, de la peña Peripecias, sus retratos se colocaron en el perímetro del artilugio. Niños que disfrutaban como nadie y que son la mejor garantía del futuro de la fiesta.

El relevo generacional ya se va produciendo. Se ve en la decana de las peñas participantes, La Pecera (si no lo es, poco le falta), que, además de sacar de paseo a la Monstrua avilesina mostró su espíritu solidario incluyendo en el equipo a una enferma de ELA que así vio atendido su deseo de participar en la fiesta.

Siguiendo con los veteranos, Belenos junto a un centenar de personas en su 'Spiderverso', que llegaba a la plaza de España bailando con su barras de luz. Todo un espectáculo, como el de Ébano, que homenajeó a la saga Mad Max. No faltaba ningún personaje.

Avilés estuvo presente en varios artilugios. La Magaya fusionaba en 'Los amantes de Galiana' a la emblemática calle con Romeo y Julieta; Los Arrexuntáos miraban al siglo de Oro español con sus 'Meninas de Avilesquez', divertida reproducción de la obra maestra y Alcachopos homenajea a La Mar de Ruido con 'La mar del Antroxu'. Béznar Arias puede estar orgulloso de su creación.

Otra meritoria fusión fue la del Abuelo Anselmo, con su muralla Avilechina, donde no faltaba el dragón legendario. El mundo del cine fue el tema de muchos artilugios. Los Pelleyos Antroxaos homenajearon al desaparecido Marta y María, que el pasado enero hubiese cumplido 75 años; pero también se recordó la película 'Trolls', por Los Guajes repunantes; el universo Warner, por Los Villanos, o el mundo de la farándula cinematográfica por Las collacias y su Antroxu de cine.

La literatura y el cómic tuvieron su espacio. El universo de Peter Pan, incluyendo el Big Ben, fue el tema de la peña Con Guajes y a loco.

Y don Quijote recorrió Galiana gracias a V. R. S. Los Nostálgicos trajerona Avilés a Astérix y Obélix, mientras Rue 13 del Percebe centraba la mirada de la peña Versalles. Muy cuidada era la propuesta de Jarra y Pedal, con su 'Literatura pedalera', un artilugio sobre la importancia de los cuentos, con muchos personajes revoloteando por la ciudad al igual que las bailarinas de 'El Lago de los chismes', de Marujes y Pacones.

La arquitectura y la historia no faltaron gracia a los Sidrones, Los carnivales o Los Disfrutones que tan pronto nos ponían en el Antiguo Egipto como nos trasladaban al partenón. Una gozada.