-¿Cómo prevé estos próximos años como directora general de Caritas Asturias?
-No hay demasiada novedad. Prepararnos para lo que pueda venir, pero de momento, poner la casa pata arriba y reestructurar aquello que no lo está aún no está en mis planes. Yo creo que no estamos en las circunstancias para llevar a cabo ese tipo de cambios. Cuando la situación se normalice un poco, sí queremos activar programas fundamentales para nosotros.
-¿Cómo ha influido la pandemia en el incremento de personas que han tenido que pedir ayuda?
-En plena pandemia, hemos acompañado a 1.338 hogares, de los cuales un 26% no había acudido antes a Caritas. La atención y acompañamiento durante el confinamiento benefició a 4.014 personas. Además, fuera del ámbito de la pandemia, en toda la región atendimos a 12.382 personas de 5.202 hogares, en materia de alimentación (4.034), vivienda (848), salud (301), transporte (191) y formación (186.. 2.175 de ellos acudieron por primera vez en ese 2019. Aparte de haber tenido un aumento de peticiones y solicitudes de personas, ha cambiado también el perfil.
-Entonces, ese perfil, ¿cómo es ahora?
-Sobre todo son migrantes. Hablamos mucho de la irregularidad sobrevenida. Aquellas personas que se encontraban en trámites de regularizar su situación en España, con la llegada de la covid-19, perdieron sus trabajos y todo ese proceso se quedó un poco en el aire. Por otro lado, los que perdieron su trabajo, a lo largo de estos meses van a tener prestación por desempleo. A estas familias también las apoyamos, sobre todo moralmente.
-¿Cuál es de todos los tipos de familias el más afectado?
-Hemos constatado que entre las personas que acudían a Caritas, ocupan un lugar destacado las mujeres con hijos a cargo. Situación que se ha agravado durante el confinamiento, especialmente en el sector doméstico y la hostelería (en muchos casos es en negro y, por tanto, sin derecho a ayudas).
-¿Cree que las imágenes de las largas colas para recibir alimentos han abierto los ojos a la población sobre la importancia que tienen estas asociaciones, como Caritas?
-Sí. Si hay algo que sacamos en positivo es que nos hizo más visibles. La gente vio más veces Caritas en las televisiones y en los periódicos que nunca. Se sensibilizó con todas las asociaciones que están a pie de calle. En general, Caritas ha notado una respuesta inmediata por parte de la sociedad donde las donaciones en especies y económicas, y la ayuda de empresas ha existido desde el minuto 1.
-Ante el mayor esfuerzo realizado para ayudar, ¿Caritas también recibe más ayudas por parte de las instituciones? ¿Son suficientes?
-De las administraciones, creo que no. Sí que es verdad que la sociedad está más sensibilizada con Caritas. Lo que pasa es que los convenios existentes se han mantenido como si no hubiera pandemia. Valoramos positivamente y reconocemos el esfuerzo realizado por las administraciones públicas para dar una respuesta de urgencia. Creemos que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) cumplirá una función de factor de estabilización en épocas de crisis y será una buena base mínima de protección para lasa familias.
-¿Cómo se presenta el futuro? ¿Ganará más relevancia Caritas Asturias?
-De cara al futuro, hay que afianzar mucho la casa y ver dónde podemos llegar. La relevancia de la institución no es un buen factor. A veces cuando las cosas van mal es cuando tenemos más relevancia. Nosotros no queremos eso tampoco. Las líneas de actuación al final se basan en la creación de tejido social. Hay que encontrar a gente que esté trabajando en el territorio, la solidaridad de proximidad. Ahí es donde tenemos que estar presentes: fomentando esos valores, trabajando en la sensibilización, haciendo presencia en lugares donde hay necesidad.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.