JOSÉ VALLINA

Cáritas acogió en Asturias a 148 personas sin hogar durante el confinamiento

Durante la pandemia el principal objetivo fue estabilizar a todas las personas sin hogar para evitar que la situación de desprotección y mayor vulnerabilidad que presentan les generase mayor exclusión social y no se les excluyera de las respuestas a la pandemia que se dan desde las políticas públicas

efe

Jueves, 22 de octubre 2020, 12:29

48 personas sin hogar utilizaron los recursos de Cáritas en Asturias durante el confinamiento por la pandemia, según han resaltado este jueves el director de la institución, Ignacio Alonso, y la responsable del Programa de Personas sin hogar, Pili Díaz Cano.

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Cáritas ha ... puesto en marcha la campaña 'No tener casa mata los sueños, las oportunidades, la salud y los derechos', que incide en la importancia de tener un techo bajo el que cobijarse, especialmente en un año marcado por la pandemia de la COVID-19.

La entidad puso a disposición de esas 148 personas sus proyectos residenciales del Centro de Encuentro y Acogida (CEA), en Oviedo; la casa de acogida «Luz Rodríguez Casanova», en Avilés, y la comunidad terapéutica «La Santina», en Gijón, además de la Red Hogares en Oviedo, Gijón, Avilés y Blimea.

A estos centros se sumaron el Albergue Cano Mata y el Centro de Día que, aunque no son residenciales, permiten estancias más cortas.

El principal objetivo durante la pandemia fue estabilizar a todas las personas sin hogar para evitar que la situación de desprotección y mayor vulnerabilidad que presentan les generase mayor exclusión social y no se les excluyera de las respuestas a la pandemia que se dan desde las políticas públicas.

Los responsables de Cáritas han incidido en que el programa ha detectado que las personas más institucionalizadas van perdiendo autonomía y les resulta más complejo independizarse.

Cáritas tiene pisos en Oviedo, Gijón, Avilés y Blimea donde los usuarios llegan al programa generalmente después de largas trayectorias de calle, de aislamiento, y habiendo pasado por numerosos recursos y equipos profesionales.

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No hay un plazo de estancia predeterminado de forma que, según han explicado, pueden variar de seis meses a un año y medio dependiendo de la evolución de la situación personal de cada usuario, al estar condicionados en muchas ocasiones por la precariedad en el empleo que les ha llevado a perder sus casas.

Para Cáritas, es fundamental que el equipo del programa transmita a la persona un mensaje de compromiso con ella y con su proceso, que se irá materializando día a día, especialmente en los momentos más críticos como puedan ser un ingreso en prisión, hospitalizaciones e incluso la vuelta a la calle.

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Durante la presentación de la campaña, un usuario de la red que lleva nueve meses como residente del proyecto Red Hogares del programa de personas sin hogar ha ofrecido su testimonio para asegurar que tener un techo ha significado «muchísimo» para él especialmente durante el confinamiento.

Según su relato, se sintió «arropado» al ver que a diario recibían las llamadas para interesarse por su estado, le hicieron PCR, le entregaron mascarillas, le tomaron la temperatura y le ofrecieron ayuda psicológica.

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