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Pasillo de uno de los pabellones de la cárcel de Asturias. PABLO LORENZANA
La cárcel asturiana es la segunda con más presos por corrupción y fraudes

La cárcel asturiana es la segunda con más presos por corrupción y fraudes

Tiene ingresados a unos 80 reos por delitos económicos. El ministerio ensaya una terapia de reinserción en otros 40 centros fuera de la región

RAMÓN MUÑIZ

GIJÓN.

Domingo, 4 de abril 2021, 01:55

El exconsejero José Luis Iglesias Riopedre salió en libertad condicional el miércoles, pero su marcha no merma una singularidad de la cárcel asturiana: sigue siendo la segunda del país que más presos por delitos económicos reúne. En sus celdas duermen cerca de 80 internos que lo son por su participación en tramas de corrupción, ilícitos contra la ordenación urbanística y el medio ambiente, los derechos de los trabajadores, la seguridad social, la hacienda pública o los ciudadanos extranjeros.

Se trata de una criminalidad de cuello blanco en auge. A nivel nacional Instituciones Penitenciarias calculó en octubre que tenía la custodia de 2.044 personas con este perfil, lo que suponen el 5,6% de la población reclusa nacional. En Asturias esos cerca de 80 internos suponen el 7,7% del total de reos. Solo la cárcel de Zuera (Zaragoza) acumula más internos que encajan en esa descripción (82).

Tras los números hay historias como la del propio Iglesias Riopedre, condenado en el 'caso Renedo' por autorizar con su firma de consejero el pago de unas obras que no se hicieron; el dinero era para retribuir otros trabajos que si realizados. Esa trama tiene entre rejas a Víctor Manuel Muñiz, gerente de la extinta Igrafo, y a quien la condena le reprocha que presentaba facturas falsas a la administración y luego ese dinero público se lo repartía con los funcionarios o autoridades que hacían la vista gorda. La misma investigación tiene en otro módulo a Alfonso Carlos Sánchez, si bien la privación de libertad que ahora está saldando es la que se le impuso por recurrir a un grupo de falsos autónomos: le giraban facturas ficticias con las que podía incrementar los gastos que declaraba a la Agencia Tributaria y reducir así los impuestos a pagar.

El incremento de este tipo de delitos ha llevado a Instituciones Penitenciarias a diseñar un programa de reinserción. Según explica, la terapia busca «la reeducación del individuo en aquellos factores personales y situacionales que favorecieron la comisión del delito, así como facilitarle las herramientas para poder enfocar su vida en libertad con una actitud y conducta pro social».

El programa dura de 10 a 11 meses, tiempo en el que se hacen 32 sesiones. Luego el reo debería tener encuentros con sus víctimas. Los psicólogos que han diseñado la dinámica llevan dos años preparando este programa pionero a nivel mundial. En una primera fase se intenta motivar al recluso, luego se trabaja la identidad y la autoestima. La lupa se pone después en los problemas de narcisismo, egocentrismo, liderazgo y empatía que facilitaron el delito. Hay unidades también que abordarán la responsabilidad del reo ante lo que hizo.

Instituciones Penitenciarias hizo a finales de noviembre un primer curso para formar psicólogos en esta terapia. Las clases eran vía online y para 40 trabajadores de otros tantas cárceles. Es una primera ronda no entró ninguno de los destinos al centro asturiano. Iñaki Urdangarían es uno de los reos a los que se ha propuesto ensayar el programa.

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