El canto del gallo no será protegido: la izquierda tumba la propuesta para blindar los olores y sonidos del campo

La norma contempla tres cuestiones básicas. La incorporación del concepto de patrimonio sensorial rural en el ordenamiento jurídico para su protección, el inventario del conjunto de sonidos y de olores del medio rural y la encomienda a todas las administraciones de la protección de este inventario que se conforma en torno a lo que es el patrimonio sensorial.

Esta propuesta, cuyo texto fue redactado por Ignacio y Marina Arias, buscaba proteger el conjunto de los sonidos y olores emitidos por los animales propios de las actividades habituales del mundo rural, así como los producidos no solo por la maquinaria necesaria para desarrollar la actividad agrícola y ganadera, sino también por los utensilios y herramientas imprescindibles para su conservación y mantenimiento, que conforman la identidad cultural, las tradiciones y las costumbres ancestrales del medio rural.

El diputado del PP, Luis Venta, defendió la propuesta asegurando que «existe un crecimiento de los conflictos de vecindad en relación con olores y con los sonidos que se producen en el campo y que generan molestias a algunas personas que habitan temporalmente la zona rural», explicó.

Venta recordó que ya ha habido cientos de conflictos en Asturias que han generado situaciones violentas y se ha preguntado si alguien va a denunciar hechos que se incluyen por ley como patrimonio sensorial a proteger. «Se trata de una disposición normativa breve, pero de un marcado valor simbólico. Esta ley se presenta como la defensa de la ruralidad en una comunidad autónoma como la nuestra, particularmente creo que orgullosa del modo de vida de su medio rural y claramente en defensa de una cultura rural que se diluye», indicó el diputado del PP.

La diputada del PSOE, Noelia Macías, consideró que la proposición del PP «genera muchas dudas jurídicas, de ámbito competencial y de la propia aplicación práctica de este texto, que recoge conceptos totalmente indefinidos, sin concreción y abierto a interpretaciones de todo tipo».

Pero, además, Macías considera que la exposición de motivos de la proposición es «caótica, con expresiones muy poco afortunadas y que no justifica nada. Esta proposición no de ley no resulta creíble».

El diputado de IU-Convocatoria por Asturies, Xabel Vegas, ha destacado que si bien es cierto que están de acuerdo en el fondo de la iniciativa que busca proteger lo que han denominado como patrimonio sensorial rural asturiano, «no es la solución porque es una propuesta demasiado vaga, plantea una solución técnicamente deficiente y, en última instancia, inaplicable». Ha añadido que que «quizás estamos llevando la protección de este patrimonio a un exceso que raya lo absurdo».

Por último, la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, se ha mostrado muy crítica una propuesta que considera «una incongruencia absoluta». También ha criticado el tono del texto, «con calificativos como neorurales, urbanitas o rurales reconvertidos que son muy poco respetuoso e inapropiado para una propuesta de estas características».

Por su parte, la diputada de Vox, Carolina López, consideró «triste» tener que estar debatiendo una propuesta para preservar el patrimonio sensorial del medio rural y afirmó que si se ha llegado hasta aquí es «por culpa del relato que todos, salvo Vox, le han comprado a los ecologistas radicales y a los ecotóxicos que creen que el campo, que el medio rural, que la naturaleza se conserva y se mantiene sola como por arte de magia, que piensan que el campo es una simple escena de una película de Disney», dijo.

Añadió que «la culpa no es de los urbanitas, como indican en su exposición de motivos, sino de los ecologistas de salón que han intoxicado a mucha gente de las zonas urbanas con relatos subvencionados por todos», destacó López.

También el diputado de Foro, Adrián Pumares, indicó que esta proposición de ley «es relevante, es importante, merece ser aprobada y merece ser discutida».