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LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Viernes, 17 de enero 2020, 02:30
La previsión es que la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón empiece a impartir el próximo curso, 2021-2022, el grado de Ciencia e Ingeniería de Datos, una novedosa titulación aún con escasa presencia en las universidades españolas y que formará a expertos con un futuro laboral garantizado ya que, según los cálculos, en los próximos años se necesitarán millones de personas con este perfil. Hasta que la Universidad de Oviedo vea salir la primera promoción de egresados en estos estudios, la creciente demanda del tejido empresarial asturiano, y nacional se ha podido ir nutriendo del selecto grupo de personas formadas en inteligencia artificial en la institución académica. El grupo AIDA (Artificial Intelligence and Data Analisis), creado en 2018 a partir de la integración de investigadores que venían trabajando en tres líneas distintas es ahora mismo el que facilita esa especialización, como en su momento lo hizo el Centro de Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo, creado en 1986. «A falta del grado de Ciencia e Ingeniería de Datos, la gente que sale al mercado de trabajo se forma en el seno del grupo de investigación», explica el director del centro, Antonio Bahamonde, catedrático del departamento de Informática y presidente de la Sociedad Científica Informática de España (SCIE).
Precisamente su consideración como grupo de excelencia en la última convocatoria de ayudas a grupos de investigación del Principado de Asturias y la inyección de 180.000 euros de fondos públicos facilitará seguir avanzando en ese objetivo, ya que la mayor parte de esa partida se destinará a la contratación de siete personas, a tiempo completo, durante dos años. «Tan importante como el dinero es el reconocimiento y la visibilidad que da esa ayuda», destaca la directora del Departamento de Informática, Camino Rodríguez Vela. «Ahora estamos viviendo una época de éxitos, con muchos proyectos de investigación en marcha, con mucha gente formándose y con empresas que los necesitan», anota Bahamonde. Y no son pocos los que se formaron en la Universidad y ahora están desarrollando su actividad profesional por su cuenta. «Ya hay un tejido empresarial que está creciendo y que se tendría que potenciar más», opina Bahamonde.
Líneas de trabajo
En lo que respecta al trabajo del grupo AIDA, éste abarca cuestiones tan diversas como resolver problemas de cuantificación –por ejemplo, determinar qué porcentaje de cada tipo de microorganismos está presente en una muestra de agua– o desarrollar sistemas de recomendación, programas informáticos capaces de analizar los gustos o preferencias de un usuario para afinar en la oferta de productos que se le presentan, ya sean una serie de televisión o un destino turístico. Otras de las líneas de trabajo que desarrollan los investigadores de la Universidad de Oviedo tienen que ver con la búsqueda de consensos de docentes para la evaluación del informe PISA o la resolución de problemas de 'scheduling' u organización del tiempo, cuyo ejemplo más claro podría ser el de la organización de rutas de autobús.
Algunas de las empresas con las que en la actualidad están trabajando en la búsqueda de soluciones que las hagan más competitivas son Alysis, TSK, EdP o Tudela Veguin. También han establecido colaboraciones con instituciones públicas, como el Instituto Tecnológico de Castilla y León.
El grupo AIDA lo integra personal del departamento de Informática, pero también de los de Matemáticas y de Estadística, porque «la nuestra es una investigación híbrida», subraya Bahamonde. Se trata, en definitiva, de llevar las posibilidades de la «informática aplicada» al día a día. «La inteligencia artificial se ha convertido en algo tan cómodo que hasta la gente mayor la utiliza sin saber que lo está haciendo. Ése es el gran éxito», destaca Camino Rodríguez Vela tras recordar que cuestiones como los sistemas de mensajería como el Whatsapp o el reconocimiento facial o por voz del que ya son capaces los teléfonos móviles son fruto de la inteligencia artificial.
En cuanto al futuro, Antonio Bahamonde hace una predicción: «Habrá un proceso de regulación de la inteligencia artificial y seguramente una diversificación, con una mayor intervención de las mujeres en este ámbito porque ahora mismo es muy baja. Necesitamos más talento femenino».
AIDA Formado en 2018 con investigadores de la Universidad de Oviedo que venían trabajando en tres líneas distintas. Ha obtenido financiación en la última convocatoria de ayudas del Principado a grupos de excelencia.
Integrantes Francisco Javier Gil Gala, María R. Sierra Sánchez, Carlos Mencía Cascallana, Miguel Ángel González Fernández, Juan José Palacios Alonso, Jorge Puente Peinador, Hernán Díaz Rodríguez, Ramiro Varela Arias, Lis Arufe Rivas, Raúl Mencía Cascallana, Sezin Afsar, Alejandro Hernández Arauzo, Camino Rodríguez Vela, Jaime Alonso González, Juan José Del Coz Velasco, Elena Montañés Roces, José Ramón Quevedo, Óscar Luaces, Jorge Diez Palez, Pablo Pérez Núñez, Antonio Bahamonde, Beatriz Remeseiro López, Pedro Huidobro Fernández, Ignacio Montes Gutiérrez, Aida Riesgo Alonso, Raúl Pérez Fernández, Susana Montes Rodríguez, Emilio Torres Manzanera, Pedro Alonso Velázquez, Enrique Miranda Menéndez, Susana Díaz Vázquez, Irene Díaz Rodríguez, Noelia Rico Pachón, Ángel Riesgo Martínez y Juan Jesús Salamanca Jurado.
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