Canteli: «Feijóo es quien debe decidir si la presidenta es buena o mala candidata»

Lo que sí hizo Alfredo Canteli fue volver a avalar el encuentro que el secretario general del PP de Asturias, Álvaro Queipo, mantuvo el pasado 4 de agosto con Francisco Álvarez-Cascos, generando malestar en el entorno de la presidenta del partido. Una comida informal en Castropol que, sin embargo, ha recibido públicamente el beneplácito de la dirección nacional que, incluso, ha enmarcado esta reunión dentro de una estrategia política para favorecer la unidad del centroderecha. «Creo que tender lazos y arreglar una situación un poco distante en ciertos momentos no es malo para nadie. Ni para el partido, ni para Cascos», argumentó, si bien evitó valorar si la reaparición en el escenario político asturiano de quien fuera vicepresidente del Gobierno con José María Aznar puede llegar a provocar diferencias insalvables entre el PP y la actual dirección de Foro que perjudiquen futuras alianzas. «¿Quién soy yo para opinar ahí? Lo mío es Oviedo, lucharé por Oviedo a muerte, por un Oviedo mejor y porque el PP crezca en Asturias, y creo que es un momento oportuno para crecer», incidió. En todo caso, Canteli entiende que la comida entre Cascos y Queipo «no perjudica a nadie ni beneficia a nadie. Es un tema totalmente neutro al que se le está dando una importancia que no tiene», zanjó tratando de restar peso a un encuentro que está haciendo tambalear las bases del partido al sacar a flote las fuertes diferencias entre Teresa Mallada y su número dos, Álvaro Queipo, con el congreso para ratificar o elegir a la persona que lidere el partido como telón de fondo.

Una fuerte tensión interna que tanto Alfredo Canteli como otros alcaldes del PP han pedido aplacar cuanto antes para evitar una nueva guerra interna en la formación política que pueda poner en peligro las buenas expectativas electorales que ha conseguido esta formación gracias al 'efecto Feijóo'.