La campaña empieza en Asturias con duras críticas

Por el parque de La Laguna, en El Entrego, optó el PSOE para iniciar su campaña electoral de las generales en Asturias. Con notable afluencia y el respaldo del secretario general de la FSA y presidente del Principado, Adrián Barbón, la cabeza de cartel al Congreso, Adriana Lastra, lanzó un mensaje con un intenso nivel de emotividad (llegó a hablar en asturiano para recordar a su padre) y elaboró un discurso con un punto de defensiva. Así, anotó que el alza de Vox «es un riesgo para la democracia», pero de inmediato dejó claro que haya acuerdo con Vox o no, los ciudadanos «no se pueden dejar engañar por el PP, que nunca necesitó de nadie para cercenar los derechos de los trabajadores, de las mujeres y de los dependientes», por lo que vaticinó que con un gobierno de la derecha, en cualquier formato, «volverán los viernes negros, en los que temblábamos ante cuál sería el nuevo hachazo» que decidiría el consejo de ministros del PP.

También habló de censura Adriana Lastra, que confesó «tener 44 años, la verdad es que muy bien llevados, eso sí», para subrayar que en todos esos años «nunca había oído hablar de censura en mi país, mientras que ahora se censuran obras de teatro, de Virginia Woolf o de Lope de Vega, o películas, y es preocupante cómo la gente está normalizando eso. La censura no tiene lugar en un país democrático».

Y por si eso no hubiera levantado a la audiencia, cambió al asturiano para anotar que «cuando supe que en Gijón se va a perseguir el asturiano, recordé cuando me contaba que en el franquismo, en su colegio, le pegaban y castigaban por hablar en asturiano. Se me parte el corazón al ver que los tiempos de la censura volvieron». Y, en contraste, añadió: «El único voto que asegura un gobierno progresista es el voto al PSOE, es el único voto que suma», dijo, jugando con la raíz léxica del otro partido de la izquierda.

Contó Lastra con el apoyo de Barbón, que utilizó la dicotomía y preguntó a los asistentes si les gusta «que las pensiones suban con el IPC, sí o no; que el salario mínimo suba para beneficiar a jóvenes y mujeres» o que «las políticas de vivienda garanticen que quien no tenga otra opción pueda acceder a un alquiler social», para asegurar a continuación que «estas elecciones van de eso, de políticas, no de políticos», e instó a la militancia a defender «los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBI y de los dependientes».

Llamazares: «El futuro de España depende de hacer presidente a Feijóo»

El Partido Popular inició ayer la parte oficial de la campaña electoral con un acto en Oviedo en el que la cabeza de cartel al Congreso, la avilesina Esther Llamazares, fue más que directa. Para iniciar su alocución a los asistentes, entre los que estaban la totalidad de los miembros de las candidaturas al Congreso y al Senado, que encabeza Pablo González, aportando al acto una imagen de unidad que ha sido el mantra con el que el candidato a la Presidencia del Principado Diego Canga ha insistido desde su llegada el pasado enero, Esther Llamazares postuló sin ambages que «el futuro de España depende en gran medida de hacer a Feijóo presidente», porque «otros cuatro años de Sánchez serían la ruina».

La cabeza de lista del Partido Popular al Congreso por Asturias aseguró, en esta misma línea que «una nueva trilería de Sánchez nos devuelve a la parrilla de salida de unas elecciones. Esta es la forma de gobierno que ha tenido en los últimos cinco años».

La crítica de Llamazares no se quedó en los efectos nacionales del, en su opinión, mal gobierno de Sánchez, sino que subrayó que con su labor «Asturias se ha visto agraviada en todos los aspectos».

Denunció la candidata popular que los miembros del Ejecutivo de Sánchez «decían que no iban a dejar a nadie atrás, y los más vulnerables son los primeros a los que han dejado al descubierto»

Ya en positivo, la candidata popular subrayó que «afrontamos esta campaña con muchas ganas del cambio que los ciudadanos piden y que sólo puede traer Feijóo», si bien advirtió de que julio es, electoralmente, «un mes difícil, en un contexto vacacional, y también en este sentido Sánchez ha tenido que imponer su criterio y seguramente estropear un mes para muchos trabajadores que esperaban un merecido descanso», criticó.

«Pedimos un último esfuerzo, no podemos relajarnos. El futuro de España depende en gran medida de hacer a Feijóo presidente el 23 de julio», añadió la política avilesina, contraponiendo la idea de que «otros cuatro años de Pedro Sánchez en el Gobierno de España serían la ruina».

Por su parte, el secretario general y presidente en funciones del PP asturiano, Álvaro Queipo, indicó que «venimos de 1.800 días de un Gobierno de Sánchez que ha hecho del mercadeo su dinámica».

Según dijo Queipo, «el 23 de julio supondrá volver a la política del respeto y a la política seria. No se seguirá mintiendo a los españoles, ni utilizando las instituciones para intereses personales de algunos. Con la llegada de Feijóo a la Moncloa, Asturias volverá a ocupar las primeras líneas de las políticas españolas».

Por último, alertó de que en Asturias «estamos a las puertas de un Gobierno bipartito y tripartito, que será un escenario peor del que venimos».

Cofiño ironiza sobre el CIS y vaticina que Sumar «va a tener siete diputados»

El candidato de Sumar al Congreso por Asturias, Rafael Cofiño, bromeó ayer, en su inicio de campaña, sobre las encuestas del CIS, asegurando que la previsión de uno o dos escaños por Asturias para su formación es errónea: «va a tener siete diputados y diputadas y, al menos, tres senadores»

Cofiño, junto a toda la candidatura al Congreso y al Senado insistió: «Hay viento de cola, que se decía, y hay remontada, y el CIS incluso ayer daba una información que, como siempre, lo que dijo ayer es totalmente incorrecto: Asturias no va a tener dos diputados, Asturias va a tener siete diputados y diputadas y, al menos, tres senadores. O sea, como siempre el CIS se ha confundido».

El candidato instó a movilizar a una ciudadanía que «debe elegir entre la involución que supone la irrupción de la ultraderecha o levantarse y apoyar a Sumar como auténtica palanca para el cambio y para la defensa de los intereses de la mayoría social». En este sentido, Rafa Cofiño hizo un llamamiento no sólo al votante progresista, sino a todo aquel, incluido el votante de derechas, que considera que los pactos con el extremismo conservador supone una regresión. Por eso, agradeció la implicación de quienes están dispuestos a dar un paso al frente para tratar de «frenar la deriva neoliberal. Gracias a las personas que estáis aquí será posible una sociedad mejor, una sociedad más justa, una sociedad diversa, una sociedad más igual».

Vox dice que el PSOE «ha soltado a violadores y bajado condenas a corruptos»

Los candidatos de Vox al Congreso y el Senado eligieron ayer el centro de Oviedo, junto al edificio La Jirafa, para iniciar la campaña electoral. Quince días en los que, según el cabeza de lista al congreso y presidente del partido en Asturias, José María Figaredo, los españoles «tenemos la oportunidad de desalojar al socialismo de la Moncloa». Y más allá del concepto de 'derogar el sanchismo' del que habla el PP, Figaredo quiso situar su lucha en un plano más global: «no el sanchismo, es todo el socialismo, con sus políticas, el que nos han arrebatado las libertades individuales y limitado derechos fundamentales, que han robado poder adquisitivo con una presión fiscal nunca jamás vista», y que ha gobernado, dijo, «en contra de la gente, que ha soltado a violadores, ha reducido la condena además de que ha indultado a políticos corruptos».

Prometió por otra parte que su campaña se desarrollará «calle a calle, mercado a mercado, plaza a plaza, a ver a cada español, a los que levantan las persianas cada día, lo que llevamos haciendo durante toda la legislatura».

Pidió Figaredo a los votantes que piensen en una «clave: definir lo que importa, el bienestar de España, el futuro de nuestro hijos, dejarnos de la ideología que el Gobierno lleva en su cabeza». Y respecto a las encuestas que vaticinan una bajada de Vox, anotó que «no me las creo ni para bien ni para mal. Están más bien para manipular la opinión pública».

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