José Antonio Sáenz de Santa María, en EL COMERCIO. CAROLINA SANTOS

«El cambio climático se ha convertido en una religión a la que sacrificamos la industria»

José Antonio Sáenz de Santa María. Decano saliente del Colegio de Geólogos de Asturias. «Todos deberían estar orgullosos de la variante de Pajares. Es más barata que otras obras de este tipo y, sobre todo, se retrasó por recortes»

RAMÓN MUÑIZ

gijón.

Domingo, 15 de marzo 2020, 02:21

Dice que Asturias es la región con más proporción de geólogos y que es lógico. «Hubo aquí mucha minería, investigación, argayos y túneles». Pese a ello, el colegio que los agrupa estaba «de capa caída cuando me empujaron a hacerme cargo». Cuatro años después, José Antonio Sáenz de Santa María (Oviedo, 1955) cede el puesto de decano a Alberto Álvarez Junquera, contento por haber dado visibilidad en este tiempo a la institución y pleiteado para defender sus intereses pero con una frustración: «Los cargos no son para eternizarse en ellos, pero me habría gustado estar algo más».

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-Admitirá que en la variante de Pajares se equivocaron, ¿no?

-¿Quién y por qué?

-Pese a contar con los geólogos, las estructuras para contener la ladera de Campomanes y las filtraciones de agua fueron insuficientes.

-De la variante tienen que estar orgullosos todos los asturianos. Es la obra más compleja hecha en este país desde el siglo XIX. La anterior, quizás, sea la propia rampa de Pajares. Tiene los sextos túneles más largos del mundo, a 1.100 metros de profundidad en algunos sitios, y pese a los problemas que tuvo, la ingeniería española los superó.

-¿No cree que se podía haber terminado antes y por menos?

-En su conjunto costará cerca de 3.800 millones, lo que supone unos 82 por kilómetro. Los de San Gotardo, que son de este tipo, salieron a 100. Es más barata que obras de este tipo, pero en tiempo va con retraso. Sobre todo, por los recortes. Entre 2011 y 2014 hubo poca o ninguna inversión y después tuvimos la polémica de los anchos de vía.

-A los geólogos se les llamó para averiguar el origen del carbón que mancha San Lorenzo. No era 'Castillo de Salas' todo lo que relucía.

-Cuando a alguien le das dinero para investigar descubres la realidad de las cosas. Lo que llega es una mezcla compleja, con carbones del puerto, otros del Nalón, partículas que vienen volando... No podemos hablar de contaminación en el sentido de riesgo para la salud.

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-Entonces, ¿cuál es la importancia de dar con su origen?

-Porque se pueden tomar medidas correctoras.

-Una de las que se puso a la ampliación de El Musel era hacer un relleno de arena. ¿Lo ve?

-Los estudios que se han hecho hasta ahora no parecen defenderlo.

-Los que se hacen por el calentamiento global invitan a tomar medidas adaptativas, tipo reponer arena o reforzar los muros en las playas.

-Hay que adaptarse, claro, pero hay tiempo. Dentro de cien años las cosas seguirán más o menos como ahora.

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-Las políticas públicas están cada vez más condicionadas por ese calentamiento global. ¿Cómo lo ve la Geología?

-No verá geólogos hablando de ello, porque nosotros sabemos que el mundo no tiene estabilidad climática. Siempre ha tenido subidas y bajadas del mar y la temperatura. Pensar que el hombre lo puede revertir es pecar de antropogénico. Hace 17.000 años la costa europea iba más allá de Inglaterra. En los últimos 16.000 años el mar ha subido 120 metros, lo que es un ritmo de 7,5 milímetros al año. Hoy estamos en el orden de tres milímetros al año. Hace 20.000 años, Gijón era como Oviedo, estaba a unos cuarenta kilómetros de la costa.

-¿Niega que exista?

-Es evidente que existe, pero ya lo había hace 2.000 años, cuando el desarrollo industrial era nimio. Ahora consumimos una cantidad de energía de 13.000 millones de toneladas equivalentes de petróleo, de las cuales, por cierto, la electricidad es solo el 18%. Cuando el hombre ejerce su actividad, aumenta el consumo de energía y hay 3.000 millones de personas en China e India que quieren vivir como nosotros, ducharse todos los días. Se calcula que en 2050 el consumo de energía habrá crecido un 70% y, por eso, es falso decir que el carbón no tiene futuro.

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-Pues aquí estamos prescindiendo de ello...

-Equivocadamente. En el año 2000 se extrajeron 1.500 millones de toneladas de carbón y ahora se aproxima a las 4.000 y sigue subiendo.

«5% del CO2 en occidente»

-¿Estamos condicionando nuestra política industrial por un espejismo?

-Sí, porque en realidad los países de Europa occidental solo emiten el 5% del CO2 mundial.

-Pero quieren ser un referente contra el efecto invernadero...

-Seremos un faro de iluminación, pero no económico. Las dos cosas a la vez son imposibles. Estos temas habría que tratarlos con más cabeza y ciencia.

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-¿Más ciencia? Ya hay un panel de expertos que asesora a la ONU con sus pronósticos.

-Lo que digo es que hace falta más cabeza pensante. Todas las medidas que se están tomando lo que van a hacer es perjudicar a la clase obrera, que va a perder los empleos ligados al carbón y a parte de la industria, y se la fuerza además a comprar coches eléctricos que cuestan 50.000 euros en vez de arreglarse con otros.

-En clave territorial, ¿Asturias es la que paga?

-Sí, porque se la somete a una reconversión que ni siquiera hacía falta a esta velocidad. Las centrales nucleares no emiten CO2 y también las quieren cerrar. El cambio climático se ha convertido en una religión a la que estamos sacrificando la industria.

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