Borrar
La playa de San Lorenzo, de Gijón, registró una animada afluencia durante la jornada de ayer.

Ver fotos

La playa de San Lorenzo, de Gijón, registró una animada afluencia durante la jornada de ayer. ARNALDO GARCÍA

El calor llena las playas y pone a prueba la distancia social sin vigilantes

El termómetro pasa de los 30 grados sin que los ayuntamientos tengan aún establecidos los controles de aforo y contratado el salvamento

RAMÓN MUÑIZ

GIJÓN.

Viernes, 29 de mayo 2020, 02:24

La desescalada y el calor están sorprendiendo a los ayuntamientos y al Principado sin personal de salvamento en las playas ni trabajadores controlando los accesos y el aforo de los arenales. Prima la libertad y ayer, con más de 30 grados en varios puntos de la región, se pudo comprobar el resultado. Los asturianos se afanan por tirar de responsabilidad y respetar la distancia de dos metros decretada en la lucha contra el COVID-19, no sin dificultades en algunos puntos como La Ñora (Villaviciosa), El Aguilar (Muros de Nalón) y Xivares (Carreño). Es una situación que se prolongará en los próximos días y amenaza con desembocar en aglomeraciones más serias el sábado.

Lo había avisado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El de ayer se prevenía como el día más caluroso dentro de una semana ya de por sí de temperaturas altas. Acertó. El mercurio llegó a los 32,6 grados en Tineo, la máxima de la región. En Mieres, Salas, Amieva y Oviedo, por ejemplo, también se pasaron de los 30 grados. Fue una jornada sin la bruma del miércoles, viento flojo y apenas unas gotas recogidas a final de la tarde en Cabo Peñas.

El calor se ha asentado en el norte. Ocho de las diez estaciones que más altas temperaturas reportaron a la Aemet están en Galicia y Cantabria y la previsión es que la situación se mantenga. Para hoy la agencia espera en la región «temperaturas con pocos cambios», aunque algún descenso de las máximas, sobre todo en el litoral occidental.

Superar los 30 grados es algo que quedaría solo en manos del suroccidente, según sus cálculos. La dinámica se mantendría el sábado, con algún chubasco disperso, y es el domingo cuando se espera que las nubes vayan ganando terreno, con tormentas que ya pueden ser de granizo y descenso en las máximas.

Superando al verano

Quedan en principio hoy y mañana como días de playa de esos que a veces no se dan ni en verano, según confirman las estadísticas. En Oviedo, si se suman todos los registros entre 1981 y 2010, resulta que agosto es el mes de más sol, pero con una temperatura máxima promedio de 23,3; es decir, casi siete menos que ayer. En el aeropuerto, agosto suele dejar máximas alrededor de los 22,2, mientras que ayer estuvo cuatro grados por encima.

El calor de estos días invita a retomar los paseos y arenales y, por extensión, ponen a prueba la capacidad de los asturianos de respetar las distancias sin personal que lo vigile. Anteayer, el Ministerio de Sanidad rectificó la orden que había dictado sobre cómo debe ser el disfrute de los arenales en los tiempos de la COVID-19. Se mantiene que la distancia interpersonal entre bañistas deber ser de «al menos dos metros», pero ha cambiado el sistema para que los ayuntamientos calculen el aforo máximo.

Antes se tenía que descontar «de la superficie útil de la playa, como mínimo, una franja de seis metros a contar desde la orilla en pleamar». Ahora suprime ese parámetro y se limita a decir que, «a efectos de calcular el aforo máximo permitido por cada playa, se considerará que la superficie de playa a ocupar por cada bañista será de aproximadamente cuatro metros cuadrados».

Atentos a las mareas

Las características de los arenales asturianos hacen imposible fijar un aforo máximo para todo el día, dado que su anchura está muy condicionada por las mareas. La guía de playas del Ministerio para la Transición Ecológica así lo advierte, al matizar que las dimensiones que ofrece de cada enclave sufren «mucha variación».

Lo cierto es que las órdenes ministeriales han sorprendido a los ayuntamientos de costa con el pie cambiado. Sanidad establece que «podrán establecer» limitaciones al acceso para asegurar la distancia interpersonal y marcar un tiempo máximo a cada bañista para que disfrute de la playa. La primera reacción de los alcaldes ha sido reclamar al Principado y el ministerio «un fondo extraordinario para afrontar los gastos que generan los arenales».

A la espera de quién corre con la factura y de que cada consistorio vea si contrata a personal para controlar los aforos, los arenales siguen abiertos al chapuzón sin tampoco servicio de salvamento. Los primeros socorristas no se esperan hasta el próximo lunes.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio El calor llena las playas y pone a prueba la distancia social sin vigilantes