'Herminia' causa daños en dos geriátricos de Gijón

La borrasca 'Herminia' ha dejado tras de sí destrozos en dos geriátricos de Gijón. Los más graves se registraron en la Residencia Mixta de Pumarín, donde ha desaparecido parte del tejado de la décima planta. Por su parte, en la residencia Clara Ferrer, es la pérgola la que ha quedado destrozada.

Según informó Beatriz Fernández, miembro del comité de empresa de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) por Izquierda Sindical Asturiana (ISA), «el tejado voló ya el 27 de enero y lo único que han hecho es poner un plástico para evitar que llueva dentro del edificio, pero el ruido que hace esa solución es insoportable para los usuarios». En la zona de la planta décima que se ha quedado sin tejado hay 18 habitaciones, cuatro de ellas individuales, en las que, ahora mismo, residen nueve personas. «Es el área de la décima dedicada a las personas con autonomía personal y nos dicen que no pueden dormir por el ruido».

En peor situación se encuentra el otro ala de la décima planta, dedicado en su día a habitaciones para personas con dependencia, «que está cerrada desde hace tiempo porque el agua cae directamente sobre las camas». Para Fernández, el problema, en esta ocasión, no responde «a que la gerencia del ERA», el organismo del que depende la oferta geriátrica asturiana pública y concertada, «no quiera desarrollar las obras, sino, directamente, a falta de acción desde la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.

Recuerda Fernández que el geriátrico, el mayor de la red pública asturiana, está pendiente de un macroproyecto de obras, por valor de más de 8 millones, que avanza a trompicones, después de que el primer intento de adjudicar los trabajos quedara desierto. En los presupuestos del Principado para 2025 figuran 4,6 millones para la reforma y mejora de la Residencia Mixta de Pumarín (actuaciones en envolvente y baños y nuevas unidades de convivencia), unas obras que la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar afrontará ahora con recursos propios después de quedara desierta en verano la licitación ajustada a los plazos de los fondos europeos.

Por otra parte, en la residencia Clara Ferrer, también pública y dependiente del ERA, es la pérgola la que ha quedado destrozada debido al vendaval que ha azotado la cornisa cantábrica en esta última semana de enero.

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