Los bomberos claman por la escasez de medios: «Nos faltan manos para apagar los incendios»

Estabilidad, seguridad y eficacia. Esas son las condiciones que los bomberos asturianos necesitan para poder llevar a cabo su trabajo diario y ayer volvieron a reivindicarlas en las calles de Oviedo. Un centenar de ellos se concentraron frente a la sede de Presidencia con sus uniformes y pancartas. Desde allí, iniciaron una ruidosa marcha hasta el Ayuntamiento de la capital asturiana, en señal de protesta por el «desmantelamiento» de sus servicios.

De los 400 bomberos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) que conforman la plantilla asturiana, más de 80 son interinos. Una circunstancia «insostenible» que, en la práctica, les impide poder trabajar con garantías de seguridad. La semana pasada Paulo Rozada, bombero del parque de Avilés, entró a trabajar en su turno junto a otros tres compañeros. Dos fueron a socorrer un incendio forestal mientras él y otro compañero hacían guardia cubriendo una cantidad ingente de concejos. Cualquier incidente en esas condiciones podría haber sido fatal. «Hay días que vas a trabajar con miedo», confesaba este bombero que, pese a tener plaza fija, sufre también las consecuencias de la falta de personal.

Por eso, los bomberos de la plantilla del SEPA, pero también los de Oviedo, Gijón y Avilés, volvieron a pedir un refuerzo de las plantillas, con turnos que favorezcan la conciliación y el descanso de los empleados. «Faltan manos para apagar incendios», lamentaba la bombera y portavoz del comité de huelga, Nati Canto.

Tras la concentración, la consejera de Presidencia se reunió con el comité de empresa y con el de huelga. El encuentro sirvió para sentar posiciones. Así, el Principado propuso ampliar el catálogo de puestos de trabajo para poder incorporar a más trabajadores. Una operación a dos años vista que resulta insuficiente para los bomberos asturianos, que buscan una solución inmediata a su problema. Otra de las opciones que estaría sobre la mesa es un cambio de horarios.

Sea como fuere, los bomberos habrán de esperar hasta la próxima reunión, el lunes que viene, en la que la consejería dará a conocer su resolución. Si bien el encuentro de ayer no fue concluyente, Nati Canto se mostró satisfecha por el hecho de que se haya establecido «un canal de diálogo». Los trabajadores confían en que la solución sea favorable y alivie su sobrecarga de trabajo. De lo contrario, continuarán sus protestas.