Bienestar suspende el transporte a los usuarios de centros de día públicos

Este mensaje, o similar, fue el recibido ayer por todas las familias de usuarios de centros de día públicos, los que gestiona el ERA. Una notificación que se traduce, en la práctica, en que los casi 600 usuarios de estos dispositivos, nacidos para dar asistencia y terapia diaria a las personas con algún tipo de dependencia, tendrán que acudir por sus propios medios al centro si quieren seguir usándolo. Y eso pese a que todos ellos pagan cada mes por el servicio.

«No entendemos nada», aseguró Carmen Martínez, hija de un usuario del Centro de Día El Naranco. «No solo es el hecho de que nosotros pagamos por un servicio de transporte que ahora se suprime, sino porque, de un día para otro, nos dejan tirados sin alternativa». Según explicó, «a algunos les han ofrecido el uso de un taxi, lo que deja claro de que no saben qué tipo de personas son los usuarios de los centros de día». Lo dice Martínez porque, como su padre, «son personas con algún grado de dependencia, que necesitan una rutina y un servicio adecuado. No es posible que vayan ellos solos en taxi».

Como ella opina Marta Álvarez. Su madre, con alzheimer, es usuaria del centro ovetense. «Vivo en La Corredoria y no tengo coche. ¿Piensan que mi madre puede coger dos autobuses cada día para llegar al centro del Naranco. Es imposible».

Por ese motivo, las familias se están coordinando «para llevarlos por nosotros mismos, lo que es muy complicado, no solo porque los horarios laborales lo hacen muy difícil, sino por el tipo de usuarios de los que estamos hablando». Por ejemplo, «no podemos ir cinco en un coche. Estamos pensando en llevar a tres cada uno, para que vayan cómodos».

Eso en el caso de personas con movilidad, aunque sea condicionada. «Pero quien usa silla de ruedas o andador lo tiene mucho más difícil», explica Carmen.

Una situación que Podemos califica de «pérdida de derechos inasumible». El portavoz parlamentario Rafael Palacios, y la portavoz del partido, Ana Taboada, acompañados por Carolina Álvarez y Cristina Arroyo, trabajadoras del servicio de transporte adaptado ofrecieron una rueda de prensa en la que alertaron de que «hay que plantear si es una maniobra del ERA para desembarazarse de estas empresas y del personal».

Palacios y Taboada, han señalado también que el ERA adeuda pagos desde hace nueve meses y, a alguna, más de un millón de euros. «Ante esta situación las empresas no tienen otra opción que dejar de prestar los servicios». Recordaron ambos lo ocurrido durante la pandemia, cuando se cerraron los centros de día, que fueron abriendo de forma progresiva y parcial, incluso «algunos siguen cerrados como Los Canapés en Avilés, o Santa Teresa y la Tenderina en Oviedo».

Ambos advirtieron que «si el ERA pretende cambiar el modelo de servicio encontrará una respuesta fuerte por nuestra parte».