Barbón: «Toca una puesta a punto del sistema de salud»

Y argumentó la afirmación: «Hay que tener en cuenta que la pandemia supuso un test de estrés para el conjunto de la Administración, pero que sufrió muy específicamente el sistema sanitario, en Asturias como en ningún otro sitio». A eso, prosiguió Barbón, «hay que sumar las complicaciones que tienen que ver con políticas nacionales, como fue el recorte en formación de profesionales del Gobierno del señor Rajoy». Ese «recorte», sostiene, derivó en una falta de médicos y enfermeras que, a día de hoy, está repercutiendo muy seriamente en la gestión y organización de los servicios que presta la sanidad pública.

Como consecuencia del déficit de profesionales, hay centros de salud con la plantilla al 50% y especialidades en las que no hay forma de reforzar efectivos ni siquiera de cubrir vacantes. «Es momento de una puesta a punto de nuestra sanidad, teniendo en cuenta equilibrios tecnológicos y personales, como el hecho de que, a partir de 2024, se invertirá la tendencia y van a entrar al sistema más profesionales de los que salen y se jubilan», afirmó el presidente del Principado.

Eso conllevará, en definitiva, una revisión del mapa sanitario que determina la distribución geográfica de los recursos humanos y materiales de la sanidad pública. Actualmente, Asturias está distribuida en ocho áreas distintas, con cabecera en los hospitales de Jarrio, Carmen y Severo Ochoa (Cangas del Narcea), de San Agustín (Avilés), HUCA (Oviedo), de Cabueñes (Gijón), Valle del Nalón (Langreo), Álvarez Buylla (Mieres) y el Francisco Grande Covián (Arriondas). La escasez de médicos obliga a menudo al Servicio de Salud del Principado (Sespa) a movilizar profesionales a las alas.

«Nuestro mapa sanitario se articuló siendo Juan Luis Rodríguez-Vigil consejero de Sanidad y ya tiene muchos años», admitió Barbón, así que «hay que reflexionar sobre lo que tenemos y el modelo que queremos», tal como piden los propios profesionales sanitarios desde hace años.