El presidente del PP le había enumerado una batería de «compromisos rotos y promesas incumplidas» y afeado su escasa ejecución presupuestaria. «¿Para qué nos pedía el apoyo?¿Para dejar la mitad de las inversiones sin hacer?, reprochó el dirigente popular. »Nuestra tierra necesita inversión y gestión. Nuestra tierra necesita medidas y liderazgo. Desde luego no merece ni un Gobierno, ni un presidente, que están más pendientes de lo que sucede en Madrid mientras sus propios presupuestos se acaban derritiendo en los cajones por su mala gestión«, añadió el diputado popular.
Barbón sacó su propia hoja de servicios para responder al líder de la oposición para, después, acabar volviendo al «tema del día», el acuerdo de colaboración suscrito por el centro derecha. «Mientras unos estamos en las soluciones, otros ya están pensando en elecciones«, recriminó el presidente, quien también dijo ver »nervios« en las filas del PP »porque algunos van a tener que salir de las listas«, señaló provocando las risas de los diputados socialistas.
El debate más duro, sin embargo, fue con el diputado de Foro, Adrián Pumares, con quien hasta ahora las formas siempre habían sido especialmente correctas. Pumares también le enumeró los incumplimientos por parte del Gobierno central con el Principado y le reprochó que hubiera vendido «humo» tras su «gira pop» por los ministerios al inicio de la legislatura, ya que ni tan siquiera se ha reunido la prometida comisión bilateral para comprobar el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Estado. Barbón reconoció que la comisión no está convocada, pero aseguró que su Gobierno mantiene relación directa con cada uno de los ministerios y puso como ejemplo de esta colaboración las inversiones en materia de Defensa. Pero tampoco quiso pasar la oportunidad para reprochar al diputado de Foro su pacto con el PP. «¿Por qué renuncia a ser una fuerza útil? ¿Por qué deja sin voz a más de 19.500 asturianos con cuyos votos podía pactar cosas en este Parlamento? ¿Por qué ha decidido abandonar y no tener personalidad política y convertirse en un satélite orbital? ¿Por qué?», le preguntó de forma insistente, para advertirle luego que «cuando llegue el momento de la verdad verá que la derecha siempre gira hacia Vox».
De hecho, en un intento de meter a Vox en la ecuación, el presidente pidió a la portavoz de esta formación, Carolina López, que «no se preocupe» por haberse quedado inicialmente fuera del pacto porque «la derecha asturiana es experta en argayar» y además, apostilló, PP y Foro «sin Vox no son nada».
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