Barbón y Moriyón se ponen como ejemplo de la «política del diálogo»

Un acto solemne que contó con la presencia del presidente de Galicia, Alfonso Rueda, y el consejero de Comercio y Emigración de esa comunidad, José González Vázquez, además de autoridades del Principado, locales y empresarios asturianos.

Tras recibir la insignia de oro de la entidad, Adrián Barbón y Carmen Moriyón trasladaron ambos un mensaje de unidad y ensalzaron la importancia de la «política del diálogo» pese a las diferencias ideológicas.

«Es un honor compartir este reconocimiento con el presidente de Asturias en un momento en que las dos instituciones que encabezamos tenemos que avanzar unidas. Ahora más que nunca», dijo Moriyón, quien recordó que los gallegos y los asturianos «somos herederos afortunados de ese legado compartido de unión y fraternidad. Desde hace siglos los vínculos entre ambas comunidades han sido sólidos y constantes», destacó.

En la misma línea, Barbón aprovechó su discurso para agradecer al presidente de Galicia su asistencia al acto y al alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, y a la alcaldesa de Gijón «por ese diálogo fluido que mantenemos y que nos permite seguir adelante y llegar al entendimiento, aunque no estemos de acuerdo en todo», dijo.

Para Barbón desde el Gobierno de Asturias se han podido tejer acuerdos gracias al diálogo. «El ataque sobra en la política, por eso no lo practicamos», insistió.

Sobre las relaciones entre Galicia y Asturias, el presidente afirmó que «yo me siento también gallego de honor. Es tanta la cultura que nos une y es imposible que nada nos separe», destacó.

El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, indicó que Galicia y Asturias siempre estarán unidas. «Mucho de lo que somos como pueblo lo compartimos. 18.000 asturianos viven en Galicia y 24.000 gallegos en Asturias», recordó.

Hizo un llamamiento a seguir estrechando lazos a través del camino de Santiago. «La gente que llega a Santiago a través de los caminos asturianos llegan especialmente felices», comentó el presidente gallego y aprovechó la ocasión también para reconocer la labor del presidente de la asociación organizadora, Manuel Fernández, «porque es incansable, y es impagable todo lo que debemos agradecerle. Todo lo que hace, lo hace desinteresadamente, sólo por amor a Galicia y también a Asturias», explicó.

De hecho, fue el propio Manuel Fernández, quien, con un emotivo discurso recordó a sus familiares que siempre le acompañaron en su sueño de tejer lazos entre ambas comunidades. «Estoy seguro de que mis padres y mi única hermana desde allá arriba en el cielo siguen disfrutando esta celebración, aunque ya no están aquí entre nosotros. Trabajar por Galicia y por Asturias, es hacerlo también por España», dijo el presidente de la asociación.