El presidente Adrián Barbón espetó, delante de la ministra, algo repite con frecuencia: «Quienes me conocen saben que antepongo los intereses de nuestra tierra a todo lo demás, ante cualquier autoridad, y en todo momento». Pero, ayer, no era día de reivindicaciones, sino de reconocimientos. ... Así lo expresó. «No te sorprenda», pronunció, mirando a Raquel Sánchez. «Así somos en Asturias, de decir las cosas con franqueza, tanto para exigir como para agradecer».
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El jefe del Ejecutivo regional reiteró las prioridades asturianas en infraestructuras, de las que dijo que esto «no van de caprichos ni de apuntarnos a todas las ocurrencias», sino que «seleccionan bien las prioridades para que Asturias cuente en el menor plazo posible de una malla de infraestructuras apropiada para el siglo XXI». Adrián Barbón señaló que en las últimas décadas «se ha mejorado mucho la percepción de aislamiento» de Asturias, para lo que citó la autovía del Cantábrico y la espera por la variante de Pajares. «Dará carpetazo definitivo al discurso de aislamiento». Esta es precisamente uno de los momentos más esperados en el calendario próximo porque es «crucial» dada su repercusión «económica y logística». El presidente indicó que «abrirá posibilidades para el crecimiento turístico y para la actividad de los puertos de Gijón y Avilés».
Sobre el motivo de la visita de la ministra de Transportes, la ampliación y reconstrucción del puente de Ribadesella, Adrián Barbón dijo que «su deterioro es evidente» tras más de 80 años, y recordó cómo fueron presos republicanos los que lo levantaron a cambio de su libertad.
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