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La cita anual de los socialistas asturianos en el lavianés Pozu Funeres, donde «en 1948 fueron asesinados 22 hombres por defender la legalidad constitucional de la que España se había dotado», según recordó el presidente del Principado y secretario general de la FSA, Adrián Barbón, ... se convirtió ayer en una reivindicación de futuro.
Del propio, porque Barbón quiso despejar cualquier duda de que en las próximas elecciones autonómicas, previstas para 2027, no vaya a ser él el candidato. Del de Pedro Sánchez, porque el secretario general de la FSA comprometió su apoyo al actual presidente del Gobierno y secretario general del PSOE en el inminente congreso federal, aseverando que «tiene mi apoyo. Pedro Sánchez es y debe seguir siendo el secretario general de los socialistas españoles». Y de la lucha «cada día» por «una sociedad más justa» por parte de todos los socialistas «frente a una derecha y una extrema derecha que creen que el poder les pertenece por derecho y no porque cada uno de nosotros vote lo que le dé la real gana».
«La democracia no es flor de un día, hay que trabajarla cada día», aseveró Barbón, que quiso distinguir entre dos tipos de concepto de la libertad: «Es falsa la mal llamada libertad que hace que en algunas comunidades haya personas que malviven con 700 u 800 euros al mes, mientras otros acumulan millones. La verdadera es la justicia social», indicó.
Y por aquí no sólo hizo adentrarse su discurso en la senda de los derechos sociales y cómo garantizarlos (fue una reinvindicación que compartieron en sus discursos tanto Barbón como la secretaria general de los jóvenes socialistas asturianos, Olaya Rosell; y Carmen Romero veterana socialista, exdiputada nacional y europea y exesposa del expresidente del Gobierno Felipe González). No, además, Barbón aprovechó para vincular esa lucha por la libertad para todos con la «justicia social» antes aludida y, tras acusar repetidamente a la derecha de «ser incapaz de aportar alternativas» en ningún campo, tiró por el camino de la ironía: «Bueno, sí, aportan alternativas en fiscalidad. Mientras nosotros apoyarmos rebajas para las clases media y trabajadora, ellos quieren deflactar el IRPF, pero solo en los primeros tramos. Es decir, que mientras ellos quieren bajar 315 euros lineales para todos, independientemente del nivel de renta, nosotros rebajamos 1.900 euros a la clase media y trabajadora. ¿Hay diferencia, o no hay diferencia? Justicia social es que quien más tenga, pague más, y es el camino de la justicia social».
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Dicho esto, entró en una matización sobre su postura respecto al debate en curso a nivel nacional sobre la financiación autonómica, después de que las cesiones del equipo que lidera Pedro Sánchez a los requerimientos de los independentistas catalanes haya causado una tormenta política de aún imprevisibles consecuencias. Barbón reiteró su frase de las últimas semanas: «Yo no apoyaré nada contra los intereses de Asturias», dijo, para precisar a continuación que «la derecha y la ultraderecha no hablan de que sus comunidades, aquellas en las que gobiernan, anuncian deducciones para los más ricos. Y hay que recordar que si piden justicia en la financiación autonómica, primero tienen que practicar la justicia social».
Por otra parte, Barbón instó a todos los presentes a «combatir los bulos de las redes y las 'fake news' con la verdad. No con nuestra verdad, sino con la verdad. Nosotros reconocemos nuestros errores, porque gobernar es complejo, como lo es tomar decisiones día a día».
En ese sentido, y para poner en situación a la audiencia sobre lo que hacen quienes practican la difusión de 'fake news' a través de «pseudomedios», Barbón puso el ejemplo que en su día supuso una frase del expresidente estadounidense Lyndon B. Johnson, que dijo que «si yo un día caminase sobre el río Potomac, habría quienes titulasen que 'el presidente Johnson no sabe nadar'». La alusión generó numerosas sonrisas cómplices y, por momentos, reflexivas.
Pero cuando más entusiasmo suscitó Barbón entre sus correligionarios fue cuando aludió a su propio futuro. El secretario general de los socialistas asturianos acudió a Funeres con una camiseta blanca con la leyenda 'Asturias. Ta saliendo'l Sol', que, sin ser entallada, sí mostraba claramente que su estado físico es mucho más halagüeño que hace doce meses, en la anterior cita de Funeres, pues ha perdido buena parte del exceso de peso que entonces le aquejaba y que daba pie a que «algunos dijesen que no me veían a punto, o con ganas de irme. ¿Cómo me veis ahora?», preguntó, señalándose el torso con ambas manos y con una sonrisa en la cara. Elevando lo justo el tono, el secretario general y presidente arengó: «Me voy a quedar, en 2027 nos vamos a ver, y nos vamos a divertir», dejando así clara su apuesta por presentarse a la que sería su tercera convocatoria electoral autonómica como candidato a la Presidencia del Principado. Y ello, «después de que el año pasado tuviésemos unas elecciones autonómicas y nacionales a cara de perro -aprovechó para ironizar sobre la posibilidad de que Donald Trump pueda volver a ser presidente de Estados Unidos- en las que perdimos muchos gobiernos autonómicos, pero en Asturias lo salvamos frente a la ola de involución».
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